El gobierno de Hong Kong ordenó el lunes a las escuelas retirar los libros que puedan violar la ley de seguridad nacional impuesta la semana pasada por China.

Los directores y los maestros de las escuelas “deben examinar el material pedagógico, inclusive los libros” y “retirarlos si encuentran ahí contenidos obsoletos que puedan coincidir con los cuatro tipos de infracciones” definidas por la ley, anunció el departamento de Educación del gobierno prochino.

Esta directiva a las escuelas fue anunciada dos días después de que las bibliotecas indicaran que retiraron de sus estanterías las obras que puedan violar la ley de seguridad nacional.

Entre los autores cuyos títulos que ya no están disponibles figuran Joshua Wong, uno de los dirigentes de las protestas estudiantiles, y Tanya Chan, conocida diputada prodemocrática.

El régimen chino impuso el 1 de julio a la ex-colonia británica un texto muy controvertido que hace temer a la oposición un retroceso inédito de las libertades desde la retrocesión de 1997 por el Reino Unido de ese territorio, que dispone de un estatuto de autonomía.

Las autoridades chinas, que esperan así restaurar la estabilidad tras varios meses de manifestaciones el año pasado, afirman sin embargo que esta ley solo concierne a “una pequeña minoría” de personas.

Esta ley busca reprimir la subversión, la secesión, el terrorismo y la colusión con las fuerzas extranjeras.

Según Joshua Wong, esta retirada de libros fue provocada por la ley sobre la seguridad nacional.

“El terror blanco sigue propagándose, la ley de la seguridad nacional es, por naturaleza, un instrumento destinado a cuestionar (la libertad) de palabra”, escribió el sábado en Facebook.