India comenzó el jueves la gigantesca tarea de contar los aproximadamente 600 millones de votos depositados en las mayores elecciones del mundo, aunque se espera que los primeros resultados sean conocidos aún en la jornada.

Más del 67% de los 900 millones de votantes habilitados en India acudieron a las urnas entre el 11 de abril y el 19 de mayo, consulta en la cual los nacionalistas hindúes del primer ministro Narendra Modi esperan ser reelegidos por otros cinco años.

Las elecciones rompieron todos los récords en términos de tamaño y complejidad. Se estima que la enorme maquinaria logística para las elecciones costó aproximadamente 7.000 millones de dólares, y esa montaña de votos deberá ser contada en apenas un día.

Si hay una tendencia definida deberá conocerse después del mediodía local en India (02:30 hora de Chile), aunque si la disputa se mantiene ajustada, los 1.300 millones de habitantes del enorme país deberán continuar la espera.

En 2014 Modi y su conservador partido Bharatiya Janata (BJP) llegó al poder con 282 asientos en el parlamento de 545 plazas. Fue la primera vez que un único partido consiguió mayoría en 30 años.

Seguidamente, Modi condujo negociaciones y logró una alianza que le permitió controlar 334 bancas, y los sondeos de intención de voto sugieren que en esta elección podría obtener entre 282 y 313 plazas, lo suficiente para mantenerse en el poder.

Sin embargo, Rahul Gandhi, del opositor Partido del Congreso y quien aspira a convertirse en el cuarto integrante de la familia Gandhi-Nehru en llegar al poder, minimizó la importancia de las proyecciones.

“No se sientan frustrados por la propaganda de los sondeos falsos”, expresó el dirigente de 48 años en la red Twitter.

Los sondeos de boca de urna en India son famosos por ser poco confiables. En 2004 esos sondeos apuntaron una victoria del BJP pero el resultado final fue diferente, ya que condujo al poder a una alianza construida por el Partido del Congreso.

El corazón de la victoria de Modi en 2014 estuvo en los estados más densamente poblados, como Uttar Pradesh y West Bengal.

Insultos y noticias falsas

El enorme tamaño de India, que se extiende desde el Himalaya hasta regiones tropicales, al sur, incluye contaminadas megaciudades, desiertos y junglas, y por ello fue necesario que las elecciones se extiendan por seis semanas.

La campaña fue plagada de insultos (Modi llegó a ser comparado con Hitler y con un “insecto de cloaca”) así como noticias falsas diseminadas por las redes sociales, en particular mediante Facebook y Whatsapp.

Ghandi, de 48 años, intentó diversas líneas de ataque contra Modi, en particular los alegados casos de corrupción y las quejas de los agricultores por el tibio desempeño de la economía.

El desempleo se aproxima a su punto más alto en cuatro décadas, y la economía se muestra incapaz de generar empleos para los millones de indios que ingresan en el mercado de trabajo a cada año. Sin embargo, las inversiones extranjeras han aumentado tímidamente.

Modi es visto como una personalidad divisiva. Los casos de linchamiento de musulmanes e integrantes de las castas más bajas se han incrementado, y eso deja en la incertidumbre a los 170 millones de musulmanes que viven en el país.

Vinod Bansal, un portavoz del partido de derecha Vishwa Hindu Parishad (VHP), dijo a la AFP que esa formación deseaba una “prohibición completa” a la faena de vacas, un animal sagrado para la mayoría de los hindúes.

Sin embargo, Modi, de 68 años, logró convertir las elecciones en una especie de referendo sobre su gestión, y no dudó en presentarse a sí mismo (hablando en tercera persona) como único que puede defender a India.

El 14 de febrero, un atentado con bomba dejó un saldo de 40 soldados en la disputada región de Cachemira, un ataque que fue reivindicado por un grupo basado en el vecino Pakistán.

Modi ordenó ataques aéreos limitados en territorio de Pakistán (de eficacia cuestionada) y con ello pasó a presentarse como el “guardián” de India.

“Dondequiera que los grupos de terroristas se escondan, nuestras fuerzas de seguridad los van a capturar y sancionar”, dijo. “Cada gota de sangre de nuestros soldados muertos será vengada”.