El presidente chino, Xi Jinping, ofreció al líder norcoreano, Kim Jong Un, su firme apoyo para el diálogo con Estados Unidos sobre la desnuclearización en punto muerto, y confirmó el papel clave de Pekín en el proceso, informaron las agencias de ambos países este jueves.

Kim Jong Un viajó a Pekín en tren esta semana por dos días para reunirse con Xi Jinping, en lo que se interpretó como una estrategia de cara a la segunda cumbre entre el dirigente norcoreano y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En su primer encuentro en Singapur, el pasado junio, Kim y Trump firmaron una vaga declaración de intenciones en la que ambos se comprometían a trabajar en aras de la “desnuclearización de la península coreana”. Pero, desde entonces, se han registrado pocos avances y Washington y Pyongyang divergen en cuanto al significado del texto firmado.

Corea del Norte reclama que se levanten los paquetes de sanciones que se le imponen por su programa nuclear y balístico, mientras que EEUU quiere que se mantengan hasta que Pyongyang renuncie a su arsenal nuclear.

Apoyo de China

China también quiere que se alivien las sanciones y Xi afirmó que “espera que la RPDC y Estados Unidos hallen un punto intermedio”, según la agencia de noticias china Xinhua, que empleó las iniciales de República Popular Democrática de Corea, el nombre oficial de Corea del Norte.

Xi “alabó las medidas positivas tomadas por parte de la RPDC”, añadió.

Corea del Norte llevó a cabo seis ensayos nucleares y lanzó misiles capaces de alcanzar territorio peninsular de Estados Unidos, pero no ha realizado ningún test desde hace más de un año y demolió las entradas a un terreno de ensayos nucleares, alegando que éste ya no era necesario.

Previamente, Kim Jong Un había afirmado que su país había completado el desarrollo de su arsenal nuclear, y Pyongyang rechazó los llamados al desarme, que tildó de “unilaterales” y de “prácticas de gánster”.

China es el principal aliado de Corea del Norte, un importante apoyo diplomático y un socio comercial clave.

Las relaciones entre China y Corea del Norte se degradaron en los últimos años a raíz de las actividades nucleares de Pyongyang, pero los lazos parecen haberse reforzado. Kim Jong Un ha visitado a Xi Jinping tres veces en el último año para presentarle sus respetos e informarle de los avances.