El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, defendió la cuestionada reforma constitucional de su país que le permitirá ejercer por un tercer periodo tras ser aprobada la reelección indefinida.
“El 90% de los países desarrollados permiten la reelección indefinida de su jefe de gobierno, y nadie se inmuta”, comenzó señalando en su cuenta de X.
“Pero cuando un país pequeño y pobre como El Salvador intenta hacer lo mismo, de repente se convierte en el fin de la democracia”, agregó el mandatario salvadoreño.
“Claro, se apresurarán a señalar que ‘un sistema parlamentario no es lo mismo que uno presidencial’, como si ese tecnicismo justificara el doble rasero. Pero, seamos sinceros, es solo un pretexto”, sostuvo.
“Porque si El Salvador se declarara una monarquía parlamentaria con las mismas reglas que el Reino Unido, España o Dinamarca, seguirían sin apoyarla. De hecho, se pondrían furiosos si eso sucediera”, expresó.
“¿Por qué? Porque el problema no es el sistema, sino que un país pobre se atreva a actuar como si fuera soberano”, puntualizó.
El 31 de julio la Asamblea Legislativa, dominada por el partido Nuevas Ideas (NI), aprobó y ratificó, en una sola jornada y sin ningún análisis anterior ni debate, la reforma a los artículos 75, 80, 133, 152 y 154 de la Constitución.
Con lo aprobado en el Congreso salvadoreño, el presidente Bukele tiene la vía libre para optar por un tercer mandato consecutivo. Eso sí, por el momento no ha hecho públicas sus intenciones de postularse.
Los aliados de Bukele en el Congreso además reformaron la Constitución para que el período presidencial cambie de cinco a seis años, eliminando a su vez la segunda vuelta electoral.
Carolina Jimenez Sandoval, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), denunció que la reelección indefinida y la ampliación de períodos presidenciales ya han sido implementadas “en países con gobiernos autoritarios como Venezuela y Nicaragua”, bajo los mandatos de Nicolás Maduro y Daniel Ortega, respectivamente.
“Este tipo de medidas atentan contra la alternabilidad, un elemento central de toda democracia”, mencionó, añadiendo que Bukele “y su gobierno están clavando el último clavo en el ataúd de la democracia en El Salvador”.
Para Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), el partido oficialista Nuevas Ideas “está recorriendo el mismo camino que Venezuela” al impulsar una reforma constitucional que permite la reelección presidencial indefinida.
“El partido de Bukele impulsa una reforma constitucional exprés para permitir la reelección presidencial indefinida. Están recorriendo el mismo camino que Venezuela. Empieza con un líder que usa su popularidad para concentrar poder, y termina en dictadura”, escribió.
La activista Celia Medrano, aspirante en 2024 a la Vicepresidencia por el Movimiento Sumar y quien fue candidata a ocupar la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dijo que “no es una sorpresa” la reforma aprobada.
“Para quienes aún dudaban sobre el objetivo de perpetuarse indefinidamente en el poder del actual gobernante, ahora no cabe ninguna duda de ello”, señaló Medrano a Agencia EFE.
Por su parte, la organización civil Acción Ciudadana denunció que “permitir la reelección presidencial indefinida y alargar el período de ejercicio del cargo no busca dar poder al pueblo, o ahorrar fondos públicos, por el contrario, su objetivo real es perpetuar al presidente en el poder”.
“El camino que ha tomado El Salvador es similar al que siguieron Nicaragua y Venezuela, naciones que hoy en día son dictaduras”, puntualizó.