Los funcionarios policiales echaron abajo con una tanqueta el portón de la entrada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos e ingresaron al campus para desalojar a los manifestantes, quienes fueron detenidos y trasladados a distintos centros de reclusión.

La Policía Nacional de Perú detuvo este sábado a cientos de manifestantes tras desalojar el campus de la Universidad Mayor de San Marcos, en Lima, donde personas venidas de todo el país acampaban desde el miércoles para participar en las protestas antigubernamentales en la capital.

El hecho ocurrió este sábado, cuando los funcionarios policiales echaron abajo con una tanqueta el portón de la entrada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos e ingresaron al campus para desalojar a cientos de manifestantes, quienes fueron detenidos y trasladados a distintos centros de reclusión.

El fiscal superior provisional, Alfonso Barnechea, anunció que se han trasladado una veintena de fiscales a dependencias policiales para verificar que se hayan respetado los derechos humanos de los ciudadanos.

“En nuestra calidad de defensores de la legalidad, la defensa de los derechos humanos y la prevención del delito estamos constituyendo (…) una serie de actuaciones funcionales como Ministerio Público”, señaló Barnechea.

Además, se han desplazado un conjunto de médicos y profesionales de la salud para constatar el estado en que se encuentran los detenidos, todo esto ante la preocupación que existe por la situación de los derechos humanos, debido a la fuerte represión desatada por el gobierno de Dina Boluarte.

Se agudizan las protestas contra el gobierno en Lima

Desde el miércoles, empezaron a llegar a esta universidad cientos de personas de Puno, Arequipa y Cuzco, entre otros puntos del país, que llegaron a la capital peruana para participar en las grandes marchas convocadas que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, la convocatoria a una asamblea constituyente y el adelanto de las elecciones.

Tras el ingreso de los agentes, policías con equipos antidisturbios se congregaron en las puertas del campus para acordonar la zona. El operativo contó con el apoyo de un helicóptero policial.

Aproximadamente una hora y media después del inicio del acto represivo comenzaron a salir de la universidad varios buses policiales con detenidos, algunos de ellos esposados, en dirección a instalaciones policiales.