Expertos aseguran que la gente se decepciona de forma relativamente rápida de sus nuevas autoridades, porque la situación económica es muy complicada, porque hay inflación y no hay suficiente crecimiento como para poder combatir la dura recesión económica que crece en América Latina.

Por primera vez en la historia, las cinco principales economías de América Latina estarán gobernadas por la izquierda, pero inmersas en recesión económica.

Se trata de economías que deben enfrentarse a un panorama macroeconómico muy diferente al de la Marea Rosa de comienzos de siglo.

Lo anterior, cuando los precios de las materias primas estaban por las nubes y la región no había sufrido los embates de una pandemia y una guerra en el corazón de Europa.

Con el triunfo en México de Andrés Manuel López Obrador y en octubre de 2019 cuando el peronismo volvió a la Casa Rosada de la mano de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

Le siguieron Pedro Castillo en Perú, que también se impuso a Keiko Fujimori por un estrecho margen y Gabriel Boric en Chile, además de Gustavo Petro en Colombia.

Dentro de poco asumirá Lula da Silva en Brasil.

Una “Marea Rosa” en América Latina pero en medio de recesión

Este avance de las opciones progresistas poco se parece al de la anterior Marea Rosa.

Una sucesiva oleada de triunfos de los candidatos de izquierda entre 1998 y 2005 apartó del poder a los gobernantes conservadores en Venezuela, Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Uruguay y Perú.

Quedaba atrás una etapa caracterizada por políticas neoliberales que se tradujeron en apertura comercial, desregulación y privatización de empresas.

La izquierda gobierna en América Latina, pero esta vez en medio de recesión
EFE

Dos décadas después, este nuevo impulso de la izquierda regional enfrenta un complicado panorama debido a circunstancias políticas que socavan el Estado de derecho.

Lamentablemente, este escenario provoca una pérdida de confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas a causa de la inequidad social.

Se suman la pobreza, la corrupción generalizada, el ascenso del populismo y la presencia del crimen organizado, entre otros factores.

“Lo que estamos viendo en América Latina es a la gente votando contra los que están en el poder, castigándolos y mandándolos a la oposición”, comenta Patricio Navia, profesor de estudios liberales de la Universidad de Nueva York.

Impaciencia y malestar ciudadano

Por otra parte, la desaceleración del crecimiento económico y la elevada inflación están generando malestar e impaciencia entre los ciudadanos.

Muchas personas pasaron de la clase media a la pobreza, a pesar incluso del gasto realizado por los Gobiernos durante el prolongado cierre a causa de la pandemia a fin de mantener un mínimo nivel de protección social.

El FMI, la Cepal y otras instituciones económicas han rebajado las expectativas de crecimiento para la mayoría de los países de la región.

En 2023 Latam crecerá apenas un 1,4%.

Mientras tanto, los bancos centrales han optado por elevar considerablemente las tasas de interés para encarar una fortaleza del dólar.

Esto, ya que la divisa estadounidense golpea a los mercados emergentes y frenar la inflación, aun a riesgo de ralentizar el crecimiento económico.

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“Yo no lo veo como un giro a la izquierda, sino como un descontento con las autoridades, que se va a replicar con los nuevo gobernantes si es que no entregan soluciones”, advierte Patricio Navia.

Tampoco el exdirector de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, considera que se esté dando un giro colectivo hacia la izquierda en América Latina de forma cooordinada.

América Latina en recesión

La recesión en América Latina es un fenómeno que afecta incluso a presidentes que han sido elegidos recientemente, como es el caso de Chile con Boric.

Gabriel Boric asumió la presidencia en marzo y cuyo índice de aprobación está por debajo del 30%.

Además, en septiembre pasado, los votantes rechazaron de manera amplia el proyecto de nueva Constitución que impulsaba el Gobierno.

En tanto, el índice de aprobación del presidente colombiano, Gustavo Petro -que asumió en agosto pasado-, descendió 10 puntos, del 56 al 46 por ciento, en apenas dos meses y medio.

La izquierda gobierna en América Latina, pero esta vez en medio de recesión
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Alternancia en el poder y voto de castigo

“Yo tengo una tesis distinta, yo creo que la mayoría de la gente recurre de una manera muy rigurosa a lo poco que tienen (para influir en la política), que es la alternancia en el poder y el voto de castigo. Que coincidan los ciclos con que haya simultáneamente Gobiernos de izquierda es otro asunto”, señala Vivanco, hoy miembro del Council on Foreign Relations de Estados Unidos.

Vivanco recuerda que el triunfo de Boric, Petro -y ahora también Lula da Silva- ha sido por un margen muy estrecho.

“Es cierto, la región ha pegado un bandazo hacia la izquierda, qué duda cabe, pero sería un error interpretarlo como que de la noche a mañana América Latina se hace más conservadora y cuatro años más tarde pasa a ser de izquierdas”, manifiesta este experto.

“Lo que sí consta es un voto de castigo. En las últimas elecciones, casi ningún gobernante ha sido reelegido (…), pero las demandas por lo general no cambian. La gente está frustrada y agotada”, señala Vivanco.