El futuro mandatario, un exfumador que superó un cáncer de laringe, se esforzó al máximo para proyectar una imagen de vitalidad en la campaña. Consciente de su avanzada edad, dijo que no buscará la reelección en 2026: "Un ciudadano no puede querer la reelección a los 81 años".

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, estuvo hospitalizado el domingo para retirarse una leucoplasia, una lesión en la laringe.

El procedimiento médico, una laringoscopia, no detectó neoplasias, como se conocen las masas anormales, según el boletín médico divulgado por el Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo.

El presidente electo, de 77 años, recibió el alta médica en la mañana de este lunes y tras regresar a casa, afirmó que “está todo resuelto”.

“Buenos días. Ya en casa, después de un pequeño procedimiento ayer. Todo resuelto y bien. Buena semana para todos”, dijo Lula en su cuenta de Twitter.

Los exámenes realizados el pasado día 12 descubrieron una pequeña área de leucoplasia en las cuerdas vocales.

Esto, así como alteraciones inflamatorias como resultado del esfuerzo vocal que Lula realizó durante la campaña electoral.

Esas pruebas médicas siguieron mostrando la completa remisión del tumor de laringe que le fue diagnosticado a Lula en 2011, que lo obligó a someterse a varias sesiones de quimioterapia.

Lula será el jefe de Estado de mayor edad al asumir el Gobierno de Brasil el próximo 1 de enero.

El presidente electo regresó a Brasil este fin de semana, después de viajar la semana pasada a Egipto, para participar en la cumbre climática de la ONU (COP27) y de visitar Portugal.