La Policía Federal de Tráfico de Brasil (PRF, por sus siglas en portugués) ha realizado al menos 560 intervenciones de fiscalización de vehículos que realizaban transporte público para electores este domingo, cuando se celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas, en zonas consideradas favorables al candidato de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva.

El Tribunal Electoral de Brasil ordenó a la policía de carreteras detener cortes que retrasan a los votantes. Esto luego que el Partido de los Trabajadores denunciara que retenes están obstruyendo las elecciones.

Así lo informó el medio BNO News, asegurando que además se amenazó con la destitución del jefe de la policía pro-Bolsonaro.

La Policía Federal de Carreteras desarrolló este domingo una operación en numerosas carreteras del país, deteniendo autobuses que llevaban a personas que se dirigían a votar en las elecciones presidenciales, principalmente en el noreste de Brasil.

Según el diario Folha de Sao Paulo, al menos 514 autobuses fueron detenidos en todo el país hasta mediodía.

Debido a esta operación, el titular del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, convocó al director de la Policía Federal de Carreteras, Silvinei Vasques, para que explique el motivo de estas operaciones.

La autoridad electoral había prohibido previamente cualquier acción policial que pudiera dificultar el transporte de electores.

Cortes no han impedido votaciones

Luego, en un punto de prensa, el presidente del Tribunal Superior Electoral de Brasil, Alexandre de Moraes, afirmó que los retenes policiales en diversas carreteras del país en medio de las votaciones no han impedido que los electores ejerzan su derecho, aun así, garantizó que ya fueron suspendidos.

“En algunos casos eso retardó la llegada de los electores, pero en ningún caso impidió que puedan votar”.

A través de Twitter, Flavio Bolsonaro felicitó a las policías de Brasil por cumplir su función constitucional y acusó que se están comprando votos.