En un juicio abreviado en la Provincia argentina de Misiones, la justicia logró la condena de los verdugos de la menor, entre estos, sus padres biológicos y un vecino de estos.

Ocurrió desde que la menor tenía 8 años. El abuso se prolongó hasta los 13 años de edad, según consta en el reporte judicial y en la confesión de los tres imputados.

Cerca de cumplir los 14 años, la niña decidió huir y refugiarse en la vivienda de una de sus hermanas, a quien le contó de los vejámenes.

Fue entonces que la joven decidió interponer la denuncia contra de los padres y el otro sujeto. Fue necesario someter a la niña a la cámara Gesell (desde 2018) donde relató los hechos.

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Asimismo, fue sometida a una serie de peritajes que confirmaron la violación sexual.

Según la sentencia, el vecino, de 62 años, y el padre, de 45, violaron a la niña mientras su madre “la entregaba”, publicó el medio Crónica, del país trasandino, que citó a su similar Misiones Online.

En este último periódico, se informó que el vecino amenazaba a la niña “filmar los actos sexuales y viralizar las imágenes, para difamarla públicamente y dañar su honor”.

Los dos hombres fueron sentenciados a 9 años de prisión, por el delito de “abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por el vínculo y la convivencia preexistente varios hechos”.

La madre recibió una sentencia mayor, aunque levemente, en comparación al crimen y a los otros imputados: diez años de cárcel por “encubrimiento agravado en concurso real, promoción a la prostitución agravado por el vínculo y la condición de menor de la víctima”.

La menor de edad recibe asistencia del Estado para superar el trauma vivido, por el que sus padres, quienes debieron protegerla, han sido condenados y encarcelados, como sus principales agresores.

Crónica