La Fiscalía de Río de Janeiro disolvió el grupo especializado que investigaba, entre otros, al senador Flavio Bolsonaro, hijo mayor del presidente Jair Bolsonaro, por sospechas de corrupción, informaron este jueves fuentes oficiales.

El procurador general de Justicia de Río, Luciano Mattos, decidió anular la resolución a través de la cual se creó el Grupo de Actuación Especializada en el Combate a la Corrupción (Gaecc), en 2016, según fue publicado en el Diario Oficial del Ministerio Público.

El órgano coordinaba las investigaciones contra Flavio Bolsonaro por el presunto desvío de dinero público y blanqueo de capitales en su etapa como diputado regional de Río de Janeiro.

A partir de ahora, ese grupo especializado se integrará dentro del departamento que actualmente se dedica a luchar contra el crimen organizado en Río de Janeiro, con especial foco en las milicias y los traficantes de drogas.

En la práctica, los fiscales anticorrupción de Río perderán su autonomía para la apertura de investigaciones y a partir de ahora tendrán que someter sus decisiones a la dirección del Grupo de Actuación Especializada y Combate al Crimen Organizado (Gaeco), que también será reestructurado.

Mattos argumentó que la represión de organizaciones criminales, la corrupción y el lavado de dinero “reclama una actuación especializada y la utilización de datos e informaciones interconectadas”, a fin de que sean analizadas “de forma rápida y eficaz”.

También defendió que su decisión busca “la optimización del trabajo a partir de una perspectiva integral de los hechos apurados”.

La disolución del grupo especializado anticorrupción de Río ocurre poco después de que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) anulara parte de esa investigación contra Flavio Bolsonaro, lo que en última instancia podría llevar a la anulación del proceso.

Según la corte, la Fiscalía no “cumplió con los requisitos legales” para levantar el secreto bancario y fiscal del hijo mayor del presidente, en el marco de la investigación.

Flavio Bolsonaro fue denunciado el año pasado ante la Justicia por los delitos de organización criminal, malversación, lavado de dinero y apropiación indebida, en el caso de las “Rachadinhas”, como popularmente se conoce en Brasil.

Según la acusación, el primogénito del jefe de Estado lideraba y se beneficiaba de una trama que se apropió durante años de parte o la totalidad del salario de funcionarios contratados fraudulentamente para su gabinete en la Asamblea Legislativa de Río, pues en realidad estos no ejercían función alguna.

Por otro lado, esta semana, Flavio Bolsonaro tuvo que explicar la compra de una lujosa mansión situada en uno de los barrios más caros de Brasilia y valorada en un millón de dólares, lo que levantó sospechas entre los partidos de la oposición al Gobierno.

Jair Bolsonaro no es investigado en el caso, aunque en el transcurso de la investigación, se descubrió que uno de los antiguos asesores de su hijo y amigo de la familia, Fabricio Queiroz, hoy en prisión domiciliaria, y la esposa de éste realizaron depósitos por valor de 89.000 reales (16.000 dólares) en la cuenta bancaria de la primera dama, Michelle Bolsonaro, entre 2011 y 2016.