El expresidente peruano Alberto Fujimori y sus exministros de Salud Eduardo Yong, Marino Costa y Alejandro Aguinaga forzaron la esterilización de mujeres andinas para “reducir la pobreza”, denunció este lunes la Fiscalía durante la sustentación de la causa por llevar a juicio al exmandatario.

Fruto del programa irregular de esterilizaciones impulsado por el expresidente durante su segundo mandato (1995-2000), murieron 18, de ellas 5 por lesiones graves directamente causadas por la intervención quirúrgica, que además también dejó secuelas físicas en unas 1.300.

El fiscal Pablo Espinoza, representante de la Primera Fiscalía Penal Supraprovincial, presentó la sustentación de cargos contra el exmandatario (1990-2000), sus exministros y otros tres exfuncionarios de salud, en el inicio de la audiencia remota dirigida por el magistrado Rafael Martínez.

Se trata de uno de los casos más emblemáticos de presunta violación a los derechos humanos que ha esperado más de 20 años para su proceso
y después de que otra denuncia previa fuese desestimada por la fiscalía hace unos años.

El expresidente, que ya cumple una condena de 25 años de cárcel por abusos a los derechos humanos, estuvo representado por su abogado César Nakazaki, pues decidió no estar presente en la audiencia, dado que sostiene que no puede ser procesado por este caso porque no estuvo incluido en su expediente cuando fue extraditado de Chile.

Esterilización forzada a pobres

Fujimori, Yong, Costa, Aguinaga y el exdirector de salud Ulises Aguilar fueron denunciados como presuntos autores mediatos de los delitos contra el cuerpo, la vida y la salud, en la modalidad de lesiones graves seguidas de muerte, en el caso de cinco mujeres, así como de lesiones graves para 1.300 mujeres.

Las víctimas, campesinas pobres y quechuablantes en su mayoría, fallecieron a consecuencia de las complicaciones en las ligaduras de trompas a las que fueron sometidas en condiciones ajenas a la rigurosidad médica, sin preparación previa, ni seguimiento a las cirugías practicadas.

Entre los denunciados también figuran los exfuncionarios del sistema de salud en la región Cajamarca, Segundo Aliaga y Magda González, a raíz de la muerte de Mamérita Mestanza, una de las víctimas, que falleció a los 19 años en 1998.

El fiscal Espinoza explicó que Mestanza “fue a una posta de salud a ponerle una vacuna a su bebé y ahí le dijeron que se tenía que ligar las trompas, la llevaron a un tópico, le colocaron dos inyecciones y se desmayó”.

“Al día siguiente, se despertó, le dieron dos pastillas, y se fue caminando despacio a su casa”, relató el representante del Ministerio Público.

Mestanza, que ya tenía dos hijos, no sabía leer ni escribir, era quechuablante
, pero le pidieron que firme una autorización en español para la cirugía.