La Justicia argentina condenó al empresario Lázaro Báez a 12 años de prisión en el marco de la causa de la “Ruta del dinero K”, en donde se lo acusa por el lavado de dinero a través de la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”.

El fiscal Abel Córdoba ya había pedido 12 años de cárcel para Báez, al que se le acusa haber lavado casi US$60 millones entre 2010 y 2013.

Martín Báez, hijo del empresario, fue condenado por 9 años de prisión, mientras que Daniel Pérez Gadín, el contador de Báez vinculado a las operaciones, fue condenado con 8 años de prisión, de la misma manera que Jorge Chueco, el abogado de Báez.

Su otro hijo, Leandro Báez, fue condenado a 5 años de prisión, mientras que sus hijas, Melina y Luciana, a tres años de prisión con cumplimiento en suspenso.

Asimismo, el arrepentido Leonardo Fariña fue penado con 5 años de prisión, con una reducción de tres años de prisión por su colaboración, de la misma manera que Fabián Rossi, partícipe necesario para las operaciones de lavado. También el financista Federico Elaskar, testimonio clave en el principio de las investigaciones y luego arrepentido, fue condenado con 4 años y 6 meses de prisión.

El empresario Báez ya está detenido desde hace cinco años, y el año pasado obtuvo la prisión preventiva. Fue arrestado por orden del juez federal Sebastián Casanello el 5 de abril de 2016, cuando aterrizó en el aeropuerto de San Fernando proveniente de Santa Cruz, ante la sospecha de que podía fugarse.

El titular de Austral Construcciones estuvo preso en la cárcel de Ezeiza desde ese momento con prisión preventiva, hasta que en septiembre de 2020 la Justicia le otorgó la prisión domiciliaria.