Hijo de los inmigrantes sirios Saúl Menem y Mohibe Akil, de religión musulmán sunní (si bien él fue bautizado en la fe católica) y llegados a Argentina en la segunda década del siglo XX, el expresidente Carlos Menem murió este domingo 14 de febrero a los 90 años.

Falleció en el Sanatorio Los Arcos de la ciudad de Buenos Aires, según fuentes de ese recinto, donde se encontraba internado desde el 15 de diciembre pasado. Menem fue trasladado allí en un principio para ser sometido a un control médico prostático y donde se le diagnosticó una infección urinaria que complicó sus problemas cardíacos.

El día de Nochebuena fue inducido a un coma tras sufrir un fallo renal en medio de su delicado estado de salud, aunque luego había salido del coma y se encontraba mejor.

Dos veces gobernador de La Rioja, dos veces presidente y senador nacional de forma ininterrumpida durante los últimos 15 años, “el Carlos” combinó en su presidencia show, política y tragedia, y aunque la sombra de la corrupción fue fuerte durante su gobierno, muchos suelen recordarlo como el presidente del 1 a 1 (un peso, un dolar), el de la pizza y el champán, el que amaba el golf, el que adoraba reunirse con famosas y el de la inflación cero.

Su vida estuvo plagada de momentos icónicos, como cuando expulsó de la Quinta Presidencial a toda su familia o se casó con Cecilia Bolocco. Además de los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, y a la eternamente misteriosa explosión de la fábrica de armas de Río Tercero (Córdoba), presenció durante su gobierno la muerte de su hijo, Carlitos, a causa de un incidente en helicóptero. Los Menem aseguran firmemente que fue un asesinato.

En 1951, a los 30 años, durante un viaje a a Buenos Aires, conoció al presidente Juan Domingo Perón y a su esposa, Eva Duarte de Perón, experiencia que iba a determinar su militancia en el Movimiento Justicialista fundado y acaudillado por el general. En 1955 terminó la carrera de Derecho en la Universidad de Córdoba y comenzó a ejercer la abogacía en su provincia natal como defensor de oficio de los presos políticos encarcelados a raíz del golpe de Estado militar de aquel año.

Dos años más tarde, tras haber pasado varios meses de cárcel por apoyar un intento golpista contra el régimen de Pedro Eugenio Aramburu, fundó la Juventud Peronista de La Rioja y pasó a asistir legalmente a la Confederación General del Trabajo (CGT) hasta 1970. En las elecciones de 1973, primeras con participación directa del peronismo desde 1955 bajo la fórmula del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli), Menem ganó con el 67% de los votos la gobernación de La Rioja. Tres años después, fue detenido tras el golpe que derrocó Isabel Perón.

Menem permaneció prisionero en un buque anclado en Buenos Aires hasta que, caída la dictadura, fue reelegido gobernador con el 54% de los votos. El 14 de mayo de 1989, como candidato del Frente Justicialista Popular (Frejupo), Menem se impuso al postulante del oficialismo radical, Eduardo César Angeloz, con el 49,3% de los votos, y sucedió prematuramente al radical Raúl Alfonsin, cuyo gobierno estaba agotado por una crisis económica.

Su reelección ocurrió en 1995, poco después de la muerte de su hijo, y gobernó hasta 1999. La foto de la entrega de mando al radical Fernando De la Rúa es icónica y para entonces el riojano ya pensaba en volver a la Casa Rosada en las elecciones de 2003. Tras la gravísima crisis, que se achaca a las políticas económicas de Menem y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, se presentó para competir con Néstor Kirchner, pulseada que a último momento prefirió no terminar.