Quito, la segunda ciudad con más casos de coronavirus en Ecuador, empezó el miércoles a dejar la cuarentena de once semanas y a reactivarse en medio de la pandemia, que deja pérdidas por encima de 12.000 millones de dólares en el país.

En la capital, con tres millones de habitantes, se reanudaba de a poco el transporte urbano y el trabajo presencial con 50% del personal, además de que restaurantes y centros comerciales también reabrían sus puertas. Adicionalmente se recortó a ocho horas el toque de queda de once horas.

“No tengo temor” al contagio, dijo a la AFP José Silva, un jubilado de 74 años que esperaba movilizarse por el sistema municipal de trolebuses luego de permanecer “encerrado más de 70 días” en su casa del norte de Quito.

“Voy a hacer una gestión en el juzgado”, añadió antes de subir presuroso al vehículo, en el que los asientos estaban demarcados para establecer distanciamiento social.

Con casi 3.800 casos, Quito es la segunda ciudad con más infectados después del puerto de Guayaquil (suroeste), foco de la pandemia en Ecuador con 9.800 infectados.

El presidente ecuatoriano Lenín Moreno manifestó por Twitter que “hoy Quito cambia a semáforo amarillo”.

“A cuidarnos, a cuidar a los vulnerables, a cumplir cada indicación de salud e higiene para reactivarnos con toda precaución. De cada uno depende la vida de todos”, añadió.

La ciudad dejó el color rojo del semáforo que el gobierno nacional estableció para medir el peligro por la Covid-19, que incluía medidas de restricción como el toque de queda de once horas diarias. El lunes se redujo en cuatro horas luego de casi tres meses.

El amarillo además aumenta de dos a tres días el permiso de circulación de autos particulares, por lo que el tráfico en la ciudad se tornó más pesado.

Antes el Comité de Operaciones de Emergencia, a cargo de la crisis por el coronavirus, autorizó la reactivación de sectores como la construcción y la industria textil.

Ecuador registra pérdidas por sobre los 12.000 millones de dólares, según estimaciones oficiales.

Renovados ambientes

“Ya tuvimos las primeras ventas; vamos a recibir a nuestros fieles clientes”, manifestó entusiasta ante el desconfinamiento, Edward Noguera, administrador del restaurante The Cukie House.

En los patios de comida de los centros comerciales desaparecieron las mesas familiares. Ahora solo pueden sentarse máximo dos personas.

Permiten probarse las prendas, pero “todo lo tocado queda aislado por al menos tres horas y luego hay un proceso de desinfección al vapor para retornar a las perchas”, indicó a su vez un vendedor de una tienda de ropa.

Más de la mitad de la población de Ecuador, con 17,5 millones de habitantes, cumple actividades con el semáforo en amarillo, y apenas dos de los 221 cantones de la nación están en verde, en el que el toque de queda es de cinco horas.

Pagar deudas atrasadas

Daniel Arévalo, chef de un restaurante de comida peruana, aspira a recuperarse con la reactivación. “Queremos al menos empezar a pagar los servicios básicos, que no hemos cancelado en tres meses”, sostuvo.

Ecuador es de los países más golpeados de Latinoamérica por el nuevo coronavirus con cerca de 41.000 casos, incluidos 3.486 muertos (un promedio de 20 por cada 100.000 personas).

El país es el cuarto de la región con más víctimas fatales detrás de Brasil, México y Perú, según un conteo de la AFP. El gobierno también reporta 2.221 muertos probables por la Covid-19.

Ecuador declaró en marzo el estado de excepción, que se extenderá hasta mediados de junio, y dispuso el cierre de fronteras, la suspensión de todos los vuelos -que se reanudan de manera paulatina desde el lunes-, del trabajo presencial y de las clases para promover el confinamiento y evitar la propagación del virus.