Leo Veras, periodista brasileño de 62 años, cenaba el pasado miércoles con su esposa, su hijo y su suegro cuando salió a ver quién estaba en el patio de su vivienda. Allí fue acribillado con doce disparos por la espalda, según la policía paraguaya. Los autores huyeron y el reportero fue trasladado al hospital donde falleció.

Veras dirigía su propio sitio web de noticias donde publicaba sobre narcotráfico, contrabando y otros crímenes de las mafias y autoridades paraguayas y brasileñas. Lo hacía desde Pedro Juan Caballero, ciudad fronteriza con Brasil, de donde recientemente escaparon de la cárcel más de medio centenar de miembros de una de las bandas criminales más grandes de América del Sur, la brasileña Primer Comando da Capital (PCC).

Veras era uno de los periodistas con más trayectoria de la zona de frontera. Se trata del comunicador número 19 que es asesinado impunemente en la zona desde el comienzo de la democracia en 1991. Solo en dos de los casos, las autoridades esclarecieron los hechos y detuvieron a los autores de los asesinatos.

Mientras que en Paraguay la tasa de homicidios es una de las cinco más bajas de América, la zona fronteriza con Brasil cuenta con una de las tasas más altas del continente, cercanas a las de Honduras o El Salvador.

En octubre de 2014, Pablo Medina, periodista del diario ABC Color, y su colaboradora Antonia Almada fueron asesinados por sicarios cuando investigaban los presuntos nexos del narco con políticos del gobernante Partido Colorado,
también en la frontera con Brasil.

La presión de sus colegas del periódico y de los sindicatos obligó a las autoridades a perseguir a los autores, siendo el único caso en que fueron detenidos tanto los ejecutores del crimen como el que lo encargó, un alcalde del Partido Colorado de Ypehu (Pato negro en guaraní), otra ciudad fronteriza con Brasil.