Carlos Gilberto Tobías tiene 25 años y una orden de aprehensión en su contra. Es acusado de asesinar a su pareja Saira Abigail Ayala, de 23 años, en El Salvador.
Estaban juntos desde hace casi una década. A los 17 años, Chaya, como era conocida la joven, dio a luz a su primer hijo y de su presunto victimario. El niño, más tarde, sería también una víctima.
La noticia la consigna el periódico La Prensa Gráfica. El femicidio ocurrió en la habitación de una vivienda de la colonia Sandra, en el municipio de Ciudad Delgado, San Salvador.
Saira fue estrangulada cuando estaba sola con su compañero de vida. Aprovechando que la abuela de la víctima había salido a vender pan, como cada mañana entre las 5:00 y 6:30 am.
“En la casa vivían ellos tres y la abuelita de la muchacha. La abuelita se dedica a vender pan francés y al regresar de vender, a las 6:30 de la mañana, encontró al niño sobre el pecho de la mamá; el pequeño la abrazaba y le dijo: ‘mi mami no se mueve, no despierta’, relató una fuente a elsalvador.com
Las peleas en el hogar eran constantes. “Ella le dijo que se fuera”, y que “ya no quería estar con él”, relató un familiar a los medios locales apostados en la populosa colonia donde la pareja residía, bajo constantes peleas.
“Un día hasta la ropa le sacó y (él) se fue, pero como a los dos días estaba de regreso”, fueron los relatos que salieron a la luz este pasado miércoles.
Cuando la escena fue descubierta por la abuela de la víctima, Tobías ya había escapado del lugar.
2 femicidios en menos de 72 horas
Al occidente de El Salvador, la Policía Nacional Civil (PNC) procesaba otra escena de femicidio el pasado lunes.
Carolina López Contreras, de 24 años, regresaba de trabajar cuando fue interceptada por Víctor Manuel Escobar Vega, a quien había dejado recientemente.
El hombre, en estado de ebriedad, tenía intenciones de llevarse a la joven pero, en medio de un forcejeo, le disparó en la cabeza causándole la muerte. Acto seguido, se disparó con la misma arma. Los hechos ocurrieron en el departamento de Santa Ana, al occidente de El Salvador.
Carolina murió en el lugar, pero su femicida dos horas más tarde en un hospital de la zona.
elsalvador.com, medio que consigna los hechos, detalló que el año pasado, entre el 1 de enero y el 31 de octubre, ocurrieron en esa nación centroamericana 204 femicidios, en un país de casi 7 millones de habitantes.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), reveló un informe en 2019 detallando que El Salvador es el país con la tasa más alta de femicidios en Latinoamérica, con 6,8 por cada 100 mil mujeres. Chile se posiciona como el más bajo, junto a Colombia, con 0,5 por cada 100 mil mujeres.
Los niños, víctimas de feminicidas
El asesinato de un ser querido o una madre, llena de tragedia a cualquier hijo e hija. Cuando los niños se ven envueltos en el desenlace de la violencia intrafamiliar, la situación se agrava.
La escena del pequeño, llorando sobre el pecho de su madre, quien fue estrangulada, no es la única que involucra a un infante.
En julio del año pasado, un menor de edad salió de una vivienda a petición de su padre, sin imaginar las intenciones contra su madre.
Francisco Maravilla tenía todo planeado. En su vivienda, ubicada en Quezaltepeque, disparó su arma contra su pareja, Keni Larios, de 35 años. Tras la petición de su padre, el niño nunca más volvió a ver a su mamá.
Maravilla se disparó después con la misma arma, pero su tiro no fue certero y sobrevivió a la herida de bala.
El caso generó controversia en El Salvador, ya que el presidente Nayib Bukele, se refirió al suceso como un “feminicidio pasional”, pese a la campaña estatal para que deje de calificarse como pasional este tipo de crímenes.
