Una demanda contra LATAM Airlines y American Airlines presentó la firma de abogados Rivero Mestre LLP en Miami, acusándolas de usar el Aeropuerto Internacional de La Habana, recinto nacionalizado en Cuba tras la revolución de 1959.

Esto estaría penado según la Ley Helms-Burton, que incluye un artículo que permite a cubano-estadounidenses llevar a tribunales a empresas extranjeras por esta acción.

La administración Trump abrió esta ventana cuando activó el 17 de abril el “Título III” de la ley Helms-Burton de 1996, sistemáticamente suspendido desde entonces por los gobernantes estadounidenses para evitar fricciones con sus aliados con intereses económicos en la isla.

José Ramón López Regueiro, hijo del propietario del confiscado aeropuerto de La Habana, presentó la demanda basada en la ley estadounidense Helms-Burton y en ese documento dice ser “el verdadero propietario del aeropuerto José Martí, el principal de Cuba”, según el Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, una asociación empresarial, que entregó una copia de la acción judicial a la Agence France-Presse.

No se descarta que otras compañías de carga o de pasajeros puedan ser demandados por la misma ley. Hasta el momento, Royal Caribbean, Norwegian Cruise, MSC Cruises, Carnival Corp, Trivago, Accor, Expedia y Booking ya están en la mira del sistema judicial estadounidense.

Desde la estatización “muchas aerolíneas, incluidas las compañías con sede en los Estados Unidos, han utilizado el aeropuerto regularmente para transportar mercancías y pasajeros”, dijo el Consejo y agregó que, en total, unas cuarenta empresas podrían ser perseguidas. “Todos han recibido un aviso para cesar (de usar el aeropuerto) o serán procesados”, añaden.

Una ley vaga

El Título III de la Ley Helms-Burton entró en vigor en mayo, después de 21 años de suspensión por presidentes estadounidense y amenaza con enjuiciar a cualquiera que haga negocios, cerca o lejos, con bienes confiscados durante la revolución de 1959 que lideró Fidel Castro.

La definición muy vaga del delito permite una interpretación amplia: el banco francés Société Générale es perseguido en Miami por los herederos de un banco cubano, integrado por la fuerza en el Banco Nacional de Cuba, con el que el establecimiento galo ha realizado transacciones.

American Airlines viaja a Cuba desde Estados Unidos, mientras que la compañía chileno-brasileña Latam lo hace desde varias ciudades sudamericanas.

La inversión extranjera es una de las prioridades de la isla socialista para desarrollar una economía en crisis, y el gobierno cubano considera que la ley Helms-Burton es extraterritorial e inaplicable.