Un juez de la corte suprema de Brasil liberó este jueves la venta por 8.600 millones de dólares de la transportadora de gas TAG, una filial de la estatal Petrobras, a un grupo liderado por la francesa Engie.

El magistrado, Edson Fachin, dejó sin efecto la suspensión de la operación (dictaminada a fines de mayo) después que el plenario del Supremo Tribunal Federal (STF) resolviera que la venta de filiales de empresas estatales se puede realizar sin necesidad de la autorización del Congreso ni de licitaciones.

“Respetando la decisión colegiada adoptada por mayoría del Plenario del Tribunal (…), rechazo dar seguimiento a los reclamos actuales y dejo sin efecto la decisión cautelar concedida anteriormente”, explicó Fachin en su fallo.

La suspensión cautelar de la venta del 90% del capital de TAG al consorcio formado por Engie y el fondo canadiense CDPQ había atendido a un recurso presentado por sindicatos de petroleros, que alegaban que una operación de ese tipo requería de licitación previa.

El STF resolvió al cabo de tres sesiones de discusión que la eventual privatización de empresas estatales requería la aprobación del Congreso y el lanzamiento de licitaciones, pero no la de sus filiales.

Ese fallo da luz verde a los proyectos de privatizaciones y concesiones a gran escala del presidente Jair Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, para reducir la deuda pública.

Según el ministerio de Economía, Brasil cuenta con 134 empresas estatales, 88 de ellas consideradas filiales. Petrobras, por ejemplo, tiene 36 subsidiarias, Eletrobras 30 y Banco do Brasil 16.

Petrobras, controlada por el Estado brasileño, se lanzó en una política de venta de activos para restablecer sus cuentas después de haber sido golpeada en 2014 por un grave escándalo de corrupción.