“Estamos aquí para mostrar que Brasil cambió”, afirmo este lunes el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, al llegar a Davos para participar del Foro Económico Mundial, donde exhibirá un gobierno alineado con los intereses del mercado y el agronegocio.

“Queremos mostrar que Brasil está tomando medidas para que el mundo restablezca su confianza, que los negocios vuelvan a florecer entre Brasil y el mundo, sin sesgo ideológico”, afirmó a periodistas que lo aguardaban en la estación alpina que reúne cada año a empresarios y dirigentes políticos de todo el mundo para debatir sobre los problemas del planeta.

El ultraderechista, que asumió la presidencia el 1 de enero, será el protagonista de la edición de este año, marcada por la ausencia de grandes líderes como el estadounidense Donald Trump, la británica Theresa May o el presidente de Francia, Emmanuel Macron, inmersos en sus propias crisis internas.

Bolsonaro adelantó que el discurso que pronunciará el martes será “muy corto”. Fue “hecho y corregido por muchos ministros, para que pudiésemos dar un recado amplio sobre el nuevo Brasil”, reveló el mandatario.

El nuevo gobierno, electo tras un ciclo de 13 años de administraciones izquierdistas y tras el estallido de gigantescos escándalos de corrupción involucrando a casi todos los partidos políticos, quiere “mostrar que Brasil puede ser un país seguro para invertir, en especial en el área del agronegocio, que es muy importante para nosotros”, detalló.

Bolsonaro viajó junto a sus principales ministros, entre ellos el de Economía, Paulo Guedes, timonel de su política ultra-liberal con el que tiene encantado a los mercados; y el exjuez anticorrupción Sergio Moro, actual ministro de Justicia.

En canciller Ernesto Araújo también integra la delegación del gobierno, alineado diplomáticamente con Estados Unidos y que ha adoptado una postura más crítica sobre la situación en Venezuela.

“Espero que el gobierno de Venezuela cambie rápidamente”, afirmó Bolsonaro al llegar a Davos.

Con su viaje al foro internacional, Bolsonaro deja atrás por unos días una situación doméstica nebulosa, en medio de crecientes intrigas en torno a movimientos financieros atípicos de su hijo mayor, Flavio Bolsonaro.

Diputado de la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro y senador federal electo, el primogénito está bajo la mira de las autoridades por una serie de depósitos fragmentados en su cuenta bancaria en 2017, y por otras transacciones realizadas desde cuentas de un exasesor de su gabinete.

Flavio alega que todos sus movimientos provienen de operaciones financieras transparentes, provenientes de la compra y venta de un apartamento en Rio de Janeiro.