A fines de octubre, 23 cóndores andinos fueron encontrados muertos producto del uso ilegal de agrotóxicos en las ciudades de Chos Malal y Perito Moreno, en las provincias argentinas de Neuquén y Santa Cruz, respectivamente.
Según consignó Aves Argentinas, con este último episodio, la cifra de ejemplares víctimas de estos químicos llegó a 90 en poco menos de un año, lo que preocupa a la comunidad científica y conservacionista.
La amenaza es tal que, aseguraron, la población de Vultur gryphus podría terminar condenada a la extinción de continuar ocurriendo estos episodios, como sucedieron a principios de 2018 en Jujuy y Mendoza.
En estas zonas, acusó el medio, los residentes continúan usando estas sustancias venenosas, prohibidas allende Los Andes, como veneno para controlar las poblaciones de grandes carnívoros.
Pese a que los hechos ocurrieron a kilómetros de distancia, las escenas compartían elementos similares: alrededor de ambas fueron encontrados aves rapaces, gatos, perros y vacas muertas, los que fueron usados como cebo.
Estas nuevas muertes de cóndores llegaron a la Fiscalía de Estado, el Consejo Federal de Medio Ambiente, la Secretaria de Ambiente Nación y a las autoridades de fauna provincial con el objetivo que se indaguen los hechos y se apliquen medidas que prevengan otra mortandad parecida.
