Una comisión parlamentaria, que investigó nexos de bolivianos con las firmas brasileñas Odebrecht y Camargo Correa en la construcción de carreteras, reveló este martes “movimientos inusuales y sospechosos” en las cuentas del expresidente de Bolivia, Carlos Mesa, y solicitó una investigación judicial.

“Hemos encontrado estos movimientos inusuales y sospechosos en las cuentas de Carlos Mesa, en exministros y exviceministros”, dijo en una conferencia de prensa en el Congreso la diputada Susana Rivero, titular de la comisión, que recomendó la inclusión del exmandatario en las investigaciones.

Historiador, periodista y vocero de la causa marítima en el juicio que Bolivia perdió ante Chile en el tribunal de La Haya, Mesa sería el principal rival del presidente Evo Morales en las elecciones generales de 2019, según encuestas de los medios.

Rivero, exministra de Morales, pidió al Congreso que apruebe este informe y se envíe la información a la Fiscalía para que inicie la investigación.

Mesa, en una carta divulgada por la prensa local, pidió a Rivero que “la investigación de su comisión se extienda o amplíe hasta la gestión de gobierno del presidente Evo Morales Ayma”, en el poder desde 2006.

La legisladora respondió en conferencia de prensa que “en el gobierno de Evo Morales no se tocó ni un centavo el monto contratado, más bien se negociaron las tasas de interés”.

La comisión investigó las administraciones de los presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), Mesa (2003-2005) y Eduardo Rodríguez Veltzé (2005-2006).

“Se investigaron tres gobiernos, cinco proyectos de carreteras, hemos terminado la investigación con ocho personas que tienen indicios serios”, señaló Rivero.

Los congresistas comenzaron sus pesquisas luego que, en abril de 2017, Morales solicitara averiguar las denuncias publicadas por la prensa local sobre las actividades de constructoras brasileñas, así como determinar si la operación Lava Jato tenía alguna información sobre acciones ilegales en Bolivia.

La prensa local mencionaba actividades de las dos empresas, desde 2003 hasta 2006.

Lava Jato, lanzada en 2014, descubrió una enorme red de sobornos centrada en la estatal brasileña Petrobras.

Odebrecht, una de las empresas involucradas en el esquema, admitió haber pagado más de 3.000 millones de dólares en sobornos en América Latina y África para adjudicarse proyectos o financiar campañas políticas.

El escándalo de Odebrecht ha llevado a la cárcel a expresidentes y altos funcionarios en países como Brasil, Perú y Colombia.