El presidente venezolano, Nicolás Maduro, se mostró orgulloso de haber sido atendido por el afamado chef ‘Salt Bae’ en Turquía, agradeciéndole los “regalos” y prometiendo volver a visitarlo, pese a que el banquete causó indignación en Venezuela.

“Atendimos una invitación para compartir en un restaurante (…). Le mando un saludo desde aquí a nuestro amigo Nusret (Gökçe). Camarada, pronto vuelvo a Estambul para que nos volvamos a ver. Gracias por los regalos”, dijo el mandatario ante medios extranjeros.

Videos virales que muestran a Maduro comiendo suculentos trozos de carne servidos por Gökçe -apodado ‘Salt Bae’- causaron indignación el lunes en el país petrolero, donde según diferentes organizaciones el hambre se disparó por la crisis económica.

“Recibimos su atención personal. Venezuela tiene muchos amigos en el mundo, gente famosísima. Yo no lo conocía a Nusret, lo conocí ahí, nos dimos como cien abrazos”, comentó el mandatario.

En las grabaciones, el cocinero turco, con su particular estilo, corta carne para Maduro y la esposa de éste, Cilia Flores, como lo ha hecho con celebridades como Leonardo Di Caprio y Cristiano Ronaldo.

El gobernante, quien afirmó que tras visitar China paró dos horas en Estambul para almorzar con “autoridades” turcas el fin de semana, dijo que el chef lo acompañó en un recorrido por un museo con piezas del Imperio otomano.

“Me senté en la silla de un sultán. El sultán Maduro, me llaman ahora. Y mira: aprendí la técnica”, expresó Maduro al imitar el gesto del chef de tirar la sal sobre la carne.

En otro video en el restaurante, Maduro fuma un habano sacado de una caja con su nombre en una placa dorada, y recibe una camiseta con la imagen del cocinero.

Al difundir las grabaciones en redes sociales, Salt Bae agradeció al presidente la visita. Las borró de Instagram cuando ya eran virales entre miles de críticas.

“Maduro quiere hablar sobre su visita a China, pero los sufrientes habitantes de Venezuela quieren hablar sobre su lujosa cena en el restaurante de ‘Salt Bae’. Ha hambreado y oprimido a 2,3 millones de personas fuera del país y posiblemente a otro millón antes del final del año”, escribió en Twitter el senador estadounidense Marco Rubio, a quien el gobierno venezolano acusa de conspirar en su contra.

Protestas en Miami

Unos cien venezolanos protestaron este miércoles frente al restaurante en Miami cuyo chef Salt Bae, famoso por su teatral manera de echar sal a la carne, agasajó en Turquía al presidente Nicolás Maduro con un banquete considerado “una burla” a la crisis social y económica que vive el país.

“Eso fue una burla y una falta de respeto para todos los venezolanos”, dijo a la AFP Yadira Weir, una maestra de secundaria de 70 años que llegó hace dos meses a Miami, donde trabaja como limpiadora para enviar dinero a su familia en Maracaibo, al oeste del país.

“No tenemos luz”, siguió, “es demasiado, demasiado, demasiado sufrimiento. Se hace una comida al día. Para comprar un pollo, cuando se consigue una vez al mes, hay que estar todo un día haciendo cola”.

En Miami, los manifestantes gritaban “¡fuera!” con carteles y mensajes como: “Este restaurante apoya a un dictador y narcotraficante venezolano mientras la gente muere de hambre y sin medicinas”.

Revuelo en las noticias

La aplicación para escribir valoraciones Yelp clausuró temporalmente la página del restaurante Nusr-Et Steakhouse en Miami porque estaba inundándose de comentarios negativos.

“Este negocio hizo revuelo en las noticias”, señala Yelp en un cartel que cubre la página cerrada del restaurante Nusr-Et, donde un churrasco cuesta entre 70 y 275 dólares -entre dos y ocho meses del salario mínimo venezolano- al cambio oficial.

Los venezolanos también protestaron frente al Nusr-Et Steakhouse de Nueva York el martes.

“Salt Bae, ¿tu negocio está por encima de la dignidad de mi pueblo moribundo y hambriento?”, decía un cartel.

Venezuela sufre una grave crisis política, económica y humanitaria que ha generado, entre otros, un problema regional con miles de refugiados en las fronteras de Colombia y Brasil.

Según datos del censo de 2016, unos 300.000 venezolanos viven en Estados Unidos. De ellos, casi la mitad (144.000) residen en Florida.