El experto explicó que, si bien en nuestro país un movimiento de magnitud 6,8 no generaría una destrucción semejante, en el caso de Marruecos la devastación se produjo debido a la falta de normas anti sísmicas en las edificaciones.

El geofísico chileno Cristian Farías se encontraba este viernes en Marrakech, la capital de Marruecos, cuando un terremoto de magnitud 6,8 sacudió al país.

El movimiento fue devastador: según el último reporte de las autoridades, más de mil personas han muerto y al menos 1.200 se encuentran heridas.

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo se produjo a una profundidad de 18,5 kilómetros, con epicentro 71 kilómetros al suroeste de Marrakech, a las 23:11 hora local.

Farías, en su rol de académico de la Universidad Católica de Temuco viajó junto a una delegación nacional a un congreso de la Unesco. En ese contexto, en el penúltimo día de sus actividades, fue testigo presencial del hecho.

“El sismo anoche se sintió muy fuerte”, dijo el científico, en conversación con Radio Bio Bio. “Estábamos en un departamento de la zona más moderna de la ciudad, y claro, al departamento no le pasó nada, pero era impresionante cómo no dejaba de moverse”, relató.

Geofísico atribuye devastación de terremoto a normas de construcción

Junto con confirmar que, tanto él como el resto de la delegación chilena se encuentran en buenas condiciones, Farías hizo un análisis de las razones por las cuales el sismo provocó un daño tan grande.

Si bien en nuestro país un movimiento de magnitud 6,8 no generaría una destrucción semejante, en el caso de Marruecos esto se produjo debido a la falta de normas anti sísmicas en las edificaciones.

Según el geofísico, la devastación del terremoto en Marruecos “pone en evidencia las falencias que hay respecto a la construcción, porque claro, no lo tienen tan contemplado en cuanto al diseño, en definitiva”.

Comentó que en la parte vieja de la ciudad fue donde se registraron las peores consecuencias, “con varios derrumbes, con muchos heridos, con harto sufrimiento (…) en la zona más cercana al epicentro, que es por el lado de las montañas, ahí es donde está la mayor cantidad de muertos, están estos pueblos pequeños que de verdad no tienen construcciones preparadas para un sismo así”.

Haciendo un paralelo con la realidad chilena “un sismo así sería como el que tú podrías llegar a tener en la falla de San Ramón, más o menos”, dice el experto.

“Las diferencias son dos: obviamente Marrakech no está al lado de las montañas, como sí Santiago y, por otro lado, Santiago y todo Chile tiene una buena norma de construcción sismo-resistente, cosa que Marruecos no tiene. Entonces el fenómeno es el mismo, pero la afectación va a ser distinta”, explicó.

“Mantener la calma”

Durante el terremoto “nosotros como chilenos hicimos lo que sabemos hacer: mantener la calma. Abrimos las salidas para que no nos pasara nada, esperamos que terminara y después recién bajamos”, relató el académico.

“Luego empezabas a ver afuera que estaba toda la gente en la calle, y mientras ya se empezaba a calmar todo, mucha gente se quedó durmiendo en la calle. Pero de poco, a la media hora, a los 45 minutos, empezabas a escuchar más ambulancias. Y las ambulancias no dejaban de sonar, cada vez sonaban más frecuentes”, agregó.

Además, asegura que esa situación aún se mantiene: “De hecho, mientras estamos hablando ahora, suenan de fondo todavía sirenas de vehículos que están pasando de un lugar a otro, porque como te dije, la emergencia continúa, las operaciones de rescate continúan”.

Cristian Farías, quien es autor de los libros ‘Volcanes y terremotos’, y ‘Manual para sobrevivir a nuestra loca geografía’, considera que esta experiencia será importante para su área de investigación. “Es totalmente distinto vivir un terremoto de este tipo acá que allá en Chile (…) uno sabe qué tiene que hacer, pero es interesante ponerlo a prueba en otro país, ciertamente”.