Lo que el mundo ha visto desde Argelia, es digno de una explicación.

“Es fantástico”, asegura el exembajador chileno en territorio argelino, Ariel Ulloa. Se refiere a las manifestaciones en esa nación musulmana, pacíficas, sin víctimas que lamentar y con una transición en puertas, ordenada, dada la muestra de civismo de el pueblo local.

Ariel Ulloa / Facebook
Ariel Ulloa / Facebook

El también exalcalde de Concepción habló con BioBioChile del momento histórico, que ha tenido una especie de génesis, pero también un apocalipsis para un político aferrado al poder. Haber fungido como diplomático entre 2000 y 2006, le otorga a Ulloa, la facultad de elaborar un diagnóstico de la mala salud política de la que gozaba el saliente presidente Abdelaziz Buteflika. La salud física venía deteriorada desde 2013 cuando sufrió un accidente cerebrovascular que lo mermó en sus facultades.

Buteflika tiene 82 años. Gobernó dos décadas un país que el diplomático chileno describe con una “semidemocracia”, pese a contar con un sistema multipartidario de corrientes políticas variadas. Claro, después de una cruenta guerra civil y de un proceso para accesar a la democracia.

RYAD KRAMDI / Agencia France-Presse
RYAD KRAMDI / Agencia France-Presse

Lo precedía su experiencia política como Ministro de Exteriores en la década de los sesentas, en la era del presidente Houari Boumédiène. Tras la muerte de éste, comenzó a perder influencia en el gabinete de gobierno. Para la década de los ochentas, una acusación y condena por corrupción por el desvío de fondos públicos, lo obligó a autoexiliarse, pero más tarde, regresaría para quedarse.

Haberse independizado de Francia, (1962) le dejaba a Argelia el camino para crecer. Durante la era del saliente presidente Liamine Zéroual, para quien Buteflika no quiso trabajar en ningún ministerio, (1994-1999) el país no logró despegar su industria siderúrgica y era totalmente dependiente del petróleo para mantenerse a flote.

La postulación de Buteflika como candidato presidencial, vino en 1999, después de cabildeos internacionales que incluyeron Suiza. No obstante, es recordada en la actualidad como una sinfonía agridulce. “Prácticamente los militares lo pusieron en el poder”, dice el ex embajador Ulloa. Ahora, 20 años después, son las mismas milicias las que lo obligan a renunciar.

Detrás del desconocimiento militar, que acabó en su renuncia el pasado 2 de abril, está el jefe del Ejercito Argelino Gaid Salah, quien declaró: “Somos un ejercito del pueblo y haremos lo que diga el pueblo”, al ver la convocatoria en las calles pidiendo la renuncia del entonces presidente.

Los pecados de Buteflika

BioBioChile consultó, entre varias de las interrogantes al exembajador Ulloa, cuáles fueron los pecados de una presidencia, que llevaron a la gente a salir masivamente a las calles desde el pasado 22 de febrero.

“Era un modelo autoritario, controlado por clanes, con una vasta corrupción”, dice el ex diplomático chileno. Durante la conversación, habló además de otro de los errores de la administración Buteflika: el haber favorecido a la oligarquía para permitir su creciente enriquecimiento en una nación de 46 millones de habitantes. (con 23% de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza)

“A un amigo del hermano Buteflika lo tomaron preso (hace algunas horas) en la frontera tunecina, tratando de arrancar… Imagínese. A las tres de la madrugada en el paso fronterizo de El Tarf (paso a Túnez ) Hay varios más detenidos. Ali Haddad, era el presidente (hasta el sábado pasado) del Fórum de chefs d’ entreprises. (FCE) Algo así como la Sofofa de acá . Era considerado “el patrón de los patrones”, agrega.

Y es que los pecados presidenciales no eran exclusivos del presidente de Argelia. Desde su accidente cerebro vascular, las decisiones no las tomaba él.

El poder detrás del trono lo ostentaba Said Buteflika, su consejero especial. “No mencionan nombres en el comunicado, pero (los militares) dejan ver que eran otros quienes elaboraban las propuestas por Buteflika”, concluye el exembajador Ulloa.

La gota que derramó el vaso del descontento social, vino cuando el octogenario mandatario se postuló a un quinto periodo presidencial, pese a que ya no gobernaba con sus propias facultades. No se sabe a ciencia cierta si fue obligado por su hermano o demás miembros de un clan familiar, pero la gente se encargo de dejar claro lo que quería y lo que ya no quería desde la presidencia.

Ariel Ulloa / Whatsapp / Argelia
Ariel Ulloa / Whatsapp / Argelia

El ejercito, el pueblo y las calles

Cuando Ulloa habla de las protestas, tiene claras las cifras y las condiciones con las que se llevaron a cabo en todo el territorio argelino. Se ha devorado los periódicos europeos para estar al tanto.

“30 millones de personas salieron en las calles en Argelia, según la prensa francesa”, asegura Ulloa. En un país con esa cantidad de habitantes, pesa, como los millonarios pasos en el cemento.

Las fotografías que ha recibido desde finales de febrero, hablan elocuentemente de la transición que el pueblo argelino obligó con su salida a las calles.

Desde la ciudad de Oran, su amiga Haffida, le envió hasta Chile el registro de una de las manifestaciones más grandes que se llevaron a cabo en ese territorio.

Describe más allá de lo evidente: “Lo que tienes en frente es la bahía . Allí, a mano izquierda, está la Base Naval de Meselkivir, donde la escuadra inglesa hundió la escuadra francesa después de la derrota de Francia a manos de Alemania en la Segunda Guerra Mundial”, cuenta Ulloa. Ahora, los argelinos se encargan de escribir un suceso propio a la historia local.

Los jóvenes son los que encabezan el esfuerzo. Según el exdiplomático, su cercanía con las costumbres europeas los mantienen informados y politizados, al punto de liderar las protestas que insiste, son pacíficas ante todo.

“No han quebrado un solo vidrio. Me contaron que cuando terminan de protestar en las calles, los jóvenes se encargan de dejar limpio todo. La gente es la que está decidiendo como va todo. Vamos a ver hacia a dónde van los argelinos”.

Ariel Ulloa / Whatsapp / Argelia
Ariel Ulloa / Whatsapp / Argelia

Cuando le consultamos si hay alguna fuerza interna o externa, e incluso militar, que esté moviendo los hilos por razones políticas, responde contundentemente que “no”. De hecho, aseguró que “algunos medios en la prensa francesa han escrito que se trata de injerencia, pero los mismo jóvenes han corrido a los islamistas de las protestas”.

Hablando de no simpatizar, los descontentos con el ahora expresidente, tampoco creen en una transición política a medias. Si bien el presidente del Tribunal Constitucional Mohamed Benzala es el encargado de gobernar ante la reciente renuncia, su figura no es la más querida, por lo que está obligado a llamar a elecciones en un plazo de 90 días.

Tampoco se trata de dejar a los militares gobernar a sus anchas. Al jefe del Ejercito Gaid Salah, no lo respaldan para integrar la transición que consiguieron en las calles de forma cívica.

Ariel Ulloa / Whatsapp / Argelia
Ariel Ulloa / Whatsapp / Argelia

“Mira lo que pasa en Venezuela. Compara, por favor”

“Ese ejercito escuchó al pueblo”, dice el exalcalde penquista. Habla de la forma en que, al ver el descontento ciudadano, llegó la declaración desde las milicias, dejando de lado todo apoyo a Buteflika. “No como lo que ocurre en Venezuela”.

Se refiere a la forma en la que el Ejercito se niega a dar un paso al costado contra Maduro. La situación en inversa y hasta trágica, con centenares de muertos desde 2017, cuando el pueblo venezolano se volcó a las calles sin el apoyo de las milicias. Todo lo contrario.

“En días pasados discutía con un amigo argelino por Whatsapp que, luego de planteamiento del Ejército, exigía más y más. Yo le dije. ‘mira, allí (Argelia) por lo menos a esta altura el pueblo ha sido escuchado. ¡Pero mira lo que ocurre en Venezuela! ¡Compara por favor!"”.

Es una comparación obligada con una nación a la que dice querer mucho, como a su ahora expresidente Abdelaziz Buteflika, a quien considera un amigo.

“En lo personal, mi familia y yo sentimos a Argelia como una segunda patria . Yo no olvidaré jamás las deferencias que el expresidente tuvo con nosotros . Es mi amigo y lo será siempre”, sostiene. Sin embargo, sabe que la transición llegó para quedarse. La muestra en las calles fue tan grande como poderosa, al punto en que hoy, vendrá una nueva primavera política, como la árabe que a su juicio, inspiró los procesos en una generación demandante de altura democrática.

Ariel Ulloa / Whatsapp / Argelia
Ariel Ulloa / Whatsapp / Argelia