El músico reveló el duro momento que vivió en su época escolar, aunque destaca que no le provocó un trauma con el resto de los religiosos educadores.

Durante la noche del domingo, el cantante nacional José Alfredo Fuentes fue el nuevo invitado al programa De Tú a Tú, donde el cantante habló de diferentes momentos de su vida. Entre ellas, el llamado “Pollo” Fuentes rememoró que sufrió el acoso de parte de un sacerdote.

En medio del programa, Fuentes recordó sus años escolares, asegurando que “me iba re bien hasta primero medio, cuando empecé a cantar”. Sin embargo, entre sus recuerdos con su amigo Wildo, el futbol y su debut musical, recordó el crudo momento que vivió en su juventud.

“Yo quiero mucho mi colegio, recibí una disciplina muy importante y aprendí mucho. Aunque tuve un momento muy malo con un hermano marista que quiso sobrepasarse conmigo físicamente”, reveló el artista, a lo que Cárcamo quiso saber más sobre el hecho.

Fue en eso que recordó haber sido citado con un compañero de apellido Cardemil después de una clase de gimnasia. “Este señor nos llama porque quería mostrarnos unos trabajos manuales en una cancha alejada”, narró.

“Cuando entramos a un lugar pequeñito, se tiró bruscamente a abrazarme, me tomó en brazos, era muy robusto. Me pegó unos mordiscones en la cara y las manos en el pantalón de gimnasia”, describió.

“Mi amigo Cardemil era más avispado que yo, así que se subió a una escalera de tijera, agarró un cajón de madera y se lo tiró en la cabeza. Ahí me soltó y apreté cachete”, recordó en su narración.

En eso, Fuentes aseguró que “me fui a mi casa corriendo, 15 o 20 cuadras, con el equipo de gimnasia, llorando”.

Tras contarle a su familia lo sucedido, esta, indignada, quiso acercarse al establecimiento para poder tomar cartas en el asunto. “Mi hermano vino a sacarle la cresta al cura”, destacó Pollo Fuentes, aunque el acoso no fue condenado.

“Como pasaba en esos tiempos, y espero que no siga pasando, la cosa lo tiraron debajo de la alfombra, ahí no más quedó”, lamentó.

“Debo confesar que más allá del mal rato que sufrí, no tuve problemas que me repercutieron de ninguna manera”, añadió Fuentes.

Asimismo, aseguró que el episodio tampoco le generó desconfianza con el resto de los religiosos, apuntando que los agresores “solo eran unos señores que no debieron haber seguido el camino de educadores”.