Desde que salió del matinal Mucho Gusto, el abogado Daniel Stingo ha logrado seguir en la pantalla chica permanentemente. Su última aparición fue en el programa de Vía X Con las manos en la masa, donde repasó su carrera profesional y recordó cómo fueron sus inicios en televisión.

El abogado, que habló sobre la contingencia, se sometió a los cuestionarios del espacio gastronómico que mezcla el arte culinario con toques de política, deporte y farándula.

Uno de los temas que también abordó fue la continuidad de Patricia Maldonado en Mega y las constantes polémicas que debe enfrentar por sus dichos. Recordemos que Stingo compartió con ella durante varios años en el panel del matinal.

“¿La jefatura de Mega se queja contra Paty Maldonado?”, fue la pregunta que debió responder el abogado, ante lo cual aseguró que en realidad le tenían miedo.

“Le tenían miedo, la jefatura de Mega la dejaban hacer lo que quisiera. Alguna vez dijeron ‘Alguien tiene que hablar con Patricia Maldonado’, ‘si, alguien tiene que hablar con la Patricia Maldonado’, y en eso se quedaban”, señaló.

Según el profesional, esto se debe a “su personalidad, a que tiene cierto poder, (y) gente que la avala desde arriba. Falta contrapeso en Mega. Si van a tener una mujer pinochetista en Mucho Gusto, deberían tener a alguien fuerte del otro lado”, sentenció.

Stingo también debió nombrar a la persona más amarga de la televisión y escogió a Raquel Argandoña. “Es la más amarga porque uno tiene la percepción que no busca el bien”, finalizó.

Recordemos que tras salir de Mega, Stingo aseguró en Bienvenidos que se llevaba bien con todo el equipo, incluyendo a Patricia Maldonado, con quien tiene diferencias políticas y en la forma de ver la vida.

“Justifica la violencia y siempre lo ha hecho (…) No estoy diciendo nada nuevo, ella dice que le pegaría un balazo a no sé quien o que hay que pegarle palmadas a los cabros chicos. Tenemos otra escuela”, sostuvo en el programa Mentiras Verdaderas.

Pero a pesar de esto, afirmó en esa oportunidad que le tenía cariño. “Cuando uno está cuatro años con una persona, aprendes a quererla con sus diferencias y hay gestos de cariño”, añadió.