La conmemoración de un nuevo año desde que ocurrió el accidente de Juan Fernández, que terminó con la vida de Felipe Camiroaga, dio paso a que la figura del animador sea nuevamente el foco de discusión en los programas de televisión.

En este sentido, Cecilia Gutiérrez, una de las autoras del libro Felipe Camiroaga, la verdadera historia, dio a conocer nuevos detalles respecto a la biografía del fallecido conductor.

En el libro, que fue publicado en 2013, fueron omitidos dos capítulos, donde en uno, se mencionaban detalles del incendio que afectó a su casa en Chicureo en 2011. Es por esto que Cecilia aprovechó de revelar que Felipe estaba al tanto de quién había sido el responsable de este siniestro.

“Era un dato que no sólo manejábamos nosotros, sino que también era conocimiento de la PDI, que fue la que en ese momento llevó la investigación”, partió explicando la periodista.

Según lo comentado por Cecilia en La Mañana de CHV, había una persona que fue sindicada como la responsable del incendio, pero fue el propio Felipe el que decidió no interponer ningún tipo de denuncia. De hecho, agregó que esta persona era hijo de alguien que estaba relacionado con el mundo del espectáculo, sin embargo, nunca se reveló su identidad.

“Él fue en la noche, provocó el incendio, y al otro día apareció en la casa de Chicureo con agua, cigarros, galletas, ayudando a la gente que estaba ahí. Pero nadie lo conocía, pero nadie tampoco le dijo algo porque estaba ayudando. Hasta que uno de los cercanos de Felipe se le acercó y le dijo que ya no necesitaban ayuda. Fue muy raro”, relató la biógrafa, quien además recordó que fueron los mismos vecinos de Felipe en Chicureo, los que comentaron que el incendio había sido intencional.

Estos se percataron que había bencina dispersa por varios lugares de la casa del animador, descartando que había sido un desperfecto eléctrico lo que provocó todo.

CHV

Daniel Stingo, quien fue abogado del animador, explicó que esta persona roció bencina por sobre los vehículos de Felipe, por lo que fueron las llamas de estos autos, las que se expandieron hasta su quincho, y posteriormente su casa.

“Para Felipe fue un episodio muy triste, porque la hizo a mano (su casa), la hizo él. Yo creo que seguir removiendo no era sano, ni para él, ni para su familia. Estar involucrado en un proceso judicial era demasiado, prefirió no exponerse mediáticamente”, concluyó Cecilia.