“Qué extraño… 10 años de ausencia y yo viviendo al lado”. Así respondió Leonardo Mihovilovic, el hijo de la actriz Bélgica Castro, a los dichos de Chileactores donde se le acusó de ausencia y desinterés en el cuidado de su madre.

La declaración del organismo llegó luego que Mihovilovic presentara una querella penal contra Catalina Saavedra y Esperanza Silva, en la que denuncia una presunta apropiación indebida de la herencia de la fallecida artista.

Según Mihovilovic, se trata en específico de un departamento ubicado en la comuna de Santiago (con todas las pertenencias allí resguardadas), al cual Saavedra y Silva le impedían ingresar cuando la intérprete y su esposo, Alejandro Sieveking, aún lo habitaban.

Recordemos que Castro murió en marzo de 2020 un día después que su esposo, el dramaturgo Alejandro Sieveking.

Desde Chileactores, en tanto, respondieron a las acusaciones asegurando “el deseo de Alejandro fue vender en vida su departamento para que su legado económico sirviera como aporte y continuidad a su legado artístico y al de Bélgica”.

Asimismo añadieron que Mihovilovic no tenía ningún vínculo de parentesco directo con Sieveking “y que su actuar solo delata una intención difamadora, ya que durante más de 10 años, solo evidenció ausencia y desinterés hacia las necesidades de su madre y las de Alejandro”.

“Nunca apareció Chileactores a preguntar cómo estaban”

Pero lejos de terminar, la polémica se encendió aún más este miércoles. Mihovilovic respondió en el matinal Contigo en la mañana. “Qué extraño… ¿10 años de ausencia? y yo viviendo al lado”, ironizó en el programa según consignó La Cuarta.

“Cuando ocurrió la explosión social en Plaza Italia, sería bueno preguntarse quién fue la persona que fue a verlos, quién fue la persona que le compraba los alimentos en la vega y que mi señora se los hacía entrega”, sentenció.

Mihovilovic, quien por trabajo debió trasladarse Santiago durante ocho meses, aseveró que por más de 40 años se encargó de llevar mercadería a Bélgica y Alejando. Incluso agregó que su esposa llevaba a la actriz a la peluquería y que incluso la internó en el hospital en ocasión que lo requirió.

Según el hombre, “nunca apareció Chileactores a preguntar cómo estaban, si estaban bien, cuáles eran sus necesidades”.

“Qué raro ese tipo de preocupación, que están para unas cosas convenientes para ellos, y en otras cosas, que a lo mejor son una molestia, no existen”, cuestionó.

“¿10 años de despreocupación? Como ellos no tenían una relación más cercana, pueden decir lo que quieran. Da absolutamente lo mismo, pero las pruebas que tengo yo… mi conciencia está absolutamente tranquila”, sentenció.

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“Nos causaron un daño”

En cuanto a los bienes de la actriz, Leonardo fue claro al asegurar que él seguía siendo el heredero legitimo. Además, añadió el departamento que fue vendido en 80 millones de pesos, tendría un valor de tasación por sobre los $200 millones.

Según Chileactores, “el deseo de Alejandro fue vender en vida su departamento para que su legado económico sirviera como aporte y continuidad a su legado artístico y al de Bélgica. Para ello, y en honor a su profunda amistad con Víctor Jara, su voluntad fue crear antes de su muerte una sociedad civil que trabajara en conjunto con la Fundación Víctor Jara para ayudar a jóvenes y nuevos dramaturgos”.

“Así, el dinero de la venta de este inmueble está resguardado para el funcionamiento de Casa Dramaturgia, el espacio soñado por Alejandro como instancia de formación y apoyo a la nueva dramaturgia nacional”.

Sobre este punto, Mihovilovic afirmó que “si ellos querían hacer la fundación, a mí la lógica me dice que yo, lo que esperaría, es sacarle el máximo de dinero a la propiedad, yo no voy a sacarle un tercio de su valor, cuando puedo sacar el 100% de la propiedad”.

Asimismo, también cuestionó el mandato que Sieveking habría entregado a Chileactores, alegando que en ese momento ya no se encontraban en condiciones de salud. La actriz sufría Alzheimer y su marido tenía un tumor cerebral.

Mihovilovic finalmente lamentó no sólo no haber podido guardar algunas pertenencias de su madre, sino que también no haber podido estar con ella en sus últimos días.

“Lo que no me explico, y tiene que ver con los Derechos Humanos, es la razón por las cuales no me dejaron ver a ellos. No lo entiendo, me causaron y nos causaron un daño que hasta el día de hoy no hemos cerrado el ciclo. No creo que lo vayamos a cerrar, porque mi mamá no se puede morir dos veces”, cerró.