Un nuevo foco de conflicto enfrenta Disney, compañía que ha sido duramente cuestionada las últimas semanas tras la bullada demanda de Scarlett Johansson a raíz de la vulneración de su contrato para “Black Widow”.

Esta vez, la firma ha sido acusada de pagar una “miseria” a los autores de comics en los que se basan algunos de los filmes más rentables de su catálogo; por ejemplo, los títulos dependientes de su subsidiaria Marvel Studios.

Según el matutino The Guardian, el estándar de Marvel para compensar a los escritores originales de sus adaptaciones cinematográficas asciende a un cheque fijo de cinco mil dólares (alrededor de 3.922.000 pesos), junto con una invitación al estreno de la película.

El autor Ed Brubaker, quien junto al artista Steve Epting, Frank D’Armata y el rotulista Randy Gentile dieron forma a la saga de cómics del Capitán América detrás de “El Soldado de Invierno”, testifican lo antes descrito.

Brubaker, agregó que incluso no fue invitado a los eventos de estreno de “Capitán América: The Winter Soldier”, aunque advirtió que el principal problema es cómo el gremio queda al margen del proceso creativo del filme.

Otra “regalía” de Marvel para los artistas, es un “contrato de carácter especial”, que garantiza a ciertos autores diversos grados de remuneración en caso que su obra sea adaptada.

El problema, según los consultados, es que por lo general la empresa no ofrece directamente estos contratos, sino que son ellos quienes deben solicitarlos sin garantía alguna que la firma los cumpla.

“Para algunos creadores, el trabajo que hicieron hace décadas proporciona ingresos vitales cuando las películas llevan sus cómics a una audiencia más amplia. Ellos creen, y las empresas parecen estar de acuerdo, que es justo pagarles más. DC tiene un contrato interno estándar que garantiza los pagos a los autores cuando se utilizan sus personajes. Los contratos de Marvel son similares, según dos fuentes con conocimiento de ellos, pero más difíciles de encontrar. Algunos, incluso, no sabían que estos existían”, detalla la publicación británica.