Este domingo Cillian Murphy podría ganar el Premio Oscar a Mejor Actor por su papel en "Oppenheimer", una cinta donde el artista hizo una de sus actuaciones más importantes de su carrera. ¿Podrá alzarse con la estatuilla este actor que prefiere que no se sepa nada sobre su vida privada?.

Ser actor hoy significa ser admirado a nivel planetario, sin embargo, no es el caso de Cillian Murphy, que prefiere ser discreto y llevar una vida normal, lejos de la atención de los paparazzi que persiguen a las estrellas de Hollywood.

Para Murphy, cuyo nombre se pronuncia “Killian”, no hay problemas en ocupar el tren DART, el ferrocarril que une la costa de Dublín y el condado de Wicklow, una rutina inamovible desde que decidió regresar a vivir a Irlanda junto a su esposa, la artista Yvonne McGuinness, y sus hijos adolescentes Aran y Malachy.

Aparte de su vida tranquila, el intérprete no tiene redes sociales y no protagoniza escándalos fuera del set, siendo un artista que prefiere beber en un pub con amigos, pasear al perro y llevar al colegio a sus hijos, antes que la industria lo engulla y lo prive de los momentos familiares.

De esta manera, Cillian Murphy es un actor fuera del molde, porque prefiere vivir haciendo cosas normales. Porque a medida que no se encuentra grabando, es capaz de disfrutar una once en familia, como la vez que se enteró que estaba nominado a los Premios Óscar como Mejor Actor, en lo que es su primer papel protagónico en “Oppenheimer”.

En esta misma línea, el irlandés declaró a Variety que “tomamos una taza de té y comimos un trozo de torta. Fue muy tranquilo. Mi mamá hizo un pastel que estaba muy sabroso”.

La primera pasión de Cillian Murphy

Nadie hubiera podido adivinar que el intérprete de Tommy Shelby en Peaky Blinders, sería actor. Ciertamente el interés de Murphy iba por otro carril a sus 25 años. Primero, tuvo la intención de ser músico en su natal Cork, la ciudad que se encuentra entre el Río Lee y el Océano Atlántico. En medio de este paraje verde, Cillian se crió y formó la banda The Sons of Mr. Green Genes, junto a su hermano Páidi.

Por descabellado que parezca, Murphy estuvo cerca de firmar con el sello discográfico Acid Jazz Records, pero la oportunidad se truncó. Mirando hacia el pasado, reveló en una entrevista con Rolling Stone que lo dio todo para que funcionara. “Fue mi primer amor, trabajé muy duro tratando de ser músico y no funcionó. Por eso mismo, rechacé bastantes papeles biográficos de músicos”, admitió.

En ese sentido, cambió de decisión gracias a una obra de teatro inspirada en “La Naranja Mécanica”, siendo la interpretación de Alex DeLarge y sus secuaces lo que lo atrajo a la actuación. De ahí que decidió entrar a la compañía de teatro Corcadorca, ubicada en Cork.

Desde este punto, vino una cadena de decisiones creativas que lo impulsaron a aparecer en Disco Pigs de Enda Walsh, El viento que agita la cebada de Ken Loach, además, de personificar a un glam trans en Desayuno en Plutón.

Cillian Murphy en “Disco Pigs”

En sus propias palabras, el actor ha dicho que participar en Disco Pigs, la primera obra y después película montada por Corcadorca, fue una de sus mayores alegrías. “Todo el mundo sabe que Disco Pigs lo cambió todo. Me formó totalmente. Es difícil no sentir nostalgia por estas cosas. Fue una época brillante para mí. Sentía la confianza de la juventud… o la ignorancia de la juventud. Tal vez una combinación de ambas”, recalcó a The Irish Times.

Pero sin dudas, su participación en la cinta 28 días después, le abrió las puertas a las grandes producciones. En esta película personificó a Jim, un sobreviviente de una pandemia. Y fue una foto de Cillian en el diario que llamó la atención de Christopher Nolan, quien venía de dirigir Memento e Insomnia. “Tenía la cabeza rapada y esos ojos extraordinarios. Yo no había visto la película ni nada. Fue sólo su rostro en esa foto; me dejó tildado”, afirmó a la revista Rolling Stone.

Esa impronta siniestra, le permitió encarnar al espantapájaros en Batman Inicia y lo juntó con Christopher Nolan, quien a 20 años de su primer trabajo, no olvidó los ojos azules de Murphy para dar vida a Robert Oppenheimer, “el padre de la bomba atómica”.

Su relación con Christopher Nolan

Desde luego, aparte de admirar el trabajo de Christopher Nolan, lo que une al actor con el director es la inclinación a un modo de vida analógico, pues Nolan no usa correo electrónico ni tiene un teléfono inteligente, por eso el trabajo con el director se convirtió en una experiencia invaluable, porque se encuentra prohibidos los smartphones en el set, lo que permite que todos estén concentrados.

Es precisamente esta mística en el set, que llevó a Murphy a trabajar en seis películas de Nolan. “Aunque trabaja a un ritmo tremendo, siempre hay lugar para la curiosidad y para descubrir cosas … No hay teléfonos ni mensajes de texto”, aseguró a GQ. “Aspiro a esa vida”, dijo Murphy, quien ocupa el celular para escuchar música.

Pero si había una deuda contraída desde que se puso bajo los órdenes de Nolan, era que Cillian fuera el protagonista de la siguiente historia, hasta que la oportunidad llegó para adaptar el libro Prometeo americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer de Kai Bird y Martin J. Sherwin.

Bajo este contexto, el actor sabía que el proyecto tenía el potencial de ser una hazaña cinematográfica. “Si Christopher Nolan te pide que hagas algo, independientemente de la envergadura del papel, lo haces”, recogió el sitio argentino Infobae.

Cillian Murphy y Christopher Nolan

Murphy que había quedado aturdido con la noticia se quedó “sin palabras”, reveló a The Irish Times, en julio del año pasado. Sin embargo, la tarea que le encomendaba el director lo pondría a prueba, para interpretar al físico teórico, dado que Oppenheimer tenía un cuerpo enjuto que sobrevivía a base de cigarrillos Chesterfield y martinis.

Al respecto, Nolan anticipó que Cillian Murphy debía mostrar como era estar al interior de la cabeza del físico antes de lanzar la bomba atómica. Una proeza actoral que recayó en el irlandés de 47 años. Según Nolan la decisión estuvo plasmada al principio de la filmación: “Escribí este guion en primera persona. Es lo que le dije a Cillian: Tú eres los ojos del público. Y él nos lleva allí. La mayor parte de la narración no nos salimos de su experiencia”, consignó a Wired.

Cillian Murphy en modo “Oppenheimer”

Sin dudas, “Oppenheimer” es una película hecha a la medida para que Cillian Murphy demuestre su talento. Emily Blunt, quien interpretó a Kitty, la atribulada esposa de Oppenheimer, explicó que actuar con él se siente como un “secuestro” porque genera una atracción al igual que un vórtice, detalló a GQ.

Y si hablamos de compromiso, Cillian Murphy no quiso ir a comer en varias oportunidades con el elenco, todo para preservar la delgadez de Oppenheimer, afirmó Matt Damon, quien interpretó al general Leslie Groves en la cinta. Es más, sus compañeros relataron que el actor comía todas las noches una ración de almendras mientras repasaba sus líneas.

También el escritor Kai Bird, quien es el coautor del libro que inspiró la película, afirmó que el artista capturó especialmente la voz de Oppenheimer. De esta manera, todo el mundo que estuvo involucrado de forma directa e indirecta en la cinta aplaudieron la actuación del oriundo de Cork.

Murphy en una escena de “Oppenheimer”

En la misma línea, Murphy coincide que este último trabajo es “extraordinario”, en especial, porque es una cinta “poderosa”. En una conversación con The Irish Times, Cillian Murphy declaró que “a veces parece una película biográfica, a veces un thriller y otras un horror”.

Este actor que prefiere mantener una conversación amistosa con los fans antes que le saquen fotografías, siente verdadero agrado en interpretar personajes complejos. Personas irremediablemente trastornadas que no siguen el típico arco de redención.

Según reveló a The Irish Times, es la capacidad de mostrar los matices de la condición humana, lo que le fascina. Pero al mismo tiempo, cuando se apaga la cámara se vuelve un hombre que desea mantener en el anonimato su vida personal. Por lo mismo, aclaró al diario irlandés, que “cuanto menos sepa la gente sobre mí, mejor puedo retratar a otras personas. Eso me parece evidente y lógico”.