El diseñador John Galliano exprimió toda su creatividad en la colección primavera-verano de la "maison" la que presentó esta semana en las calles de París. Los atuendos terminaron por sacarle una esquiva sonrisa a Anna Wintour, quien la describió como "maravillosa".

En la vereda escondida debajo del mítico Pont d’Alexandre III en París, Francia, hasta un taller abandonado, llegaron los modelos del alucinante desfile de la firma Maison Margiela, quien tiene como director creativo a John Galliano tras su salida de Dior.

La colección primavera-verano presentada el jueves se robó el aliento de los afortunados asistentes que pudieron ver la pasarela en vivo, por única vez. Con la inspiración en las fotografías de Brassai, un artista húngaro francés que se dedicaba a retratar la vida parisina entre los años 20 y 30, pero desde la parte más descarnada y baja, Margiela volvió a hacer resonar su nombre, de acuerdo a Harper’s Bazaar.

Las prendas, cuya mayoría fueron creadas usando telas vaporosas y transparentes, se complementaron con los ceñidos corsés que no hicieron distinción de género entre los modelos. Todo con el fin de reforzar las siluetas de reloj de arena y la belleza natural, que tuvo hasta postizos de vello púbico entre las prendas.

Como romántico, pero también teatral y de “dudosa procedencia” se puede definir la estética de las piezas, que terminaron por sacarle una sonrisa a la mismísima Anna Wintour.

El desfile de Maison Margiela estuvo marcado por modelos exhuberantes, con mirada atemorizante -como si te los encontraras en las calles de París a medianoche-, que no dudaban en interactuar con los invitados, sentándose junto a ellos y observándolos fijamente a la cara.

Pero uno de los detalles que más llamó la atención de la presentación fue el maquillaje -o máscaras- que usaron los modelos. La artista británica Pat McGrath fue la responsable detrás de los pinceles que hicieron parecer a Gwendoline Christie (Game of Thrones) y demás maniquíes de la pasarela en verdaderas figuras de cera caminantes.

Con sombras azules, labios demasiado rojos y pómulos exageradamente rosados, la maquilladora se encargó de darles un tono muy brillante a sus rostros, que aún mantienen en la duda sobre si se trataba realmente de cera.

El show donde Galliano mostró su colección para Margiela se ha convertido en todo un fenómeno en redes sociales, donde luchan por encontrar el método para lograr el secreto de maquillaje de Pat.