La vida en Hollywood no fue fácil para la actriz y lo relata en su documental, Brooke Shields: Pretty Baby donde cuenta sus memorias, la explotación que vivió y los episodios dolorosos en un mundo que aún es cruel para los jóvenes que se atreven a estar ahí.

Brooke Shields, la chica dorada de los 80 en el cine y la televisión norteamericana, comenzó su carrera cuando era una niña.

Su belleza asombraba a cualquiera, por eso no es de extrañar que en un mundo tan oscuro como Hollywood, tuviera que vivir las miserias del mundo adulto.

Gran parte de esas situaciones las vivió junto a su madre, a quien aún protege de las atrocidades que tuvo que pasar cuando era una niña, pero también de quien se atrevió a hablar con honestidad.

La actriz acaba de lanzar un documental llamado “Brooke Shields: Pretty Baby” donde narra los episodios más dolorosos de carrera, pero también de su vida y el abuso que viven los jóvenes en esta industria.

Se atrevió a rememorar los momentos que aún no había plasmado en sus dos memorias previas, contando los detalles que había dejado guardados, pero que ahora, a sus 57 años, recuerda junto a sus hijas.

Brooke Shields: la niña bonita de Laguna Azul

Brooke Shields comenzó a trabajar antes de que cumpliera 1 año. Cuando tenía 11 meses comenzó a ser el sostén de su familia, posando para fotografías y publicidad.

Por eso no es de extrañar que su ingreso a Hollywood fuera tan prematuro, pero cuando tu carrera comienza antes de que aprendas a caminar, parece que para muchos es el camino normal.

La clave para despegar su carrera en Hollywood fueron los papeles arriesgados a los que accedió, aunque para ser honestos eran arriesgados para una actriz con experiencia, no una niña de 10 años.

Su madre, Teri, aceptó que protagonizará películas como “Pretty Baby”, una de las películas más polémicas de los años 70, donde interpretaba a una niña que vive y crece en un prostíbulo de New Orleans, esperando al mejor postor para su virginidad.

Para cuando realizó ese film tenía 11 años y tuve que besar seductoramente a su compañero de elenco, Keith Carradine, de 27 años. Más de 4 décadas después se cuestiona por qué su madre no intervino cuando la obligaron a hacerlo, recoge Hola!.

Era una adolescente cuando protagonizó “Laguna Azul”, la película de 1980 que la sexualizó al punto de generar controversia a nivel mundial.

La historia de dos adolescentes que naufragan y quedan atrapados en una isla desierta donde experimentan el despertar sexual, la mostró casi desnuda frente a la cámara.

Las críticas no demoraron en llegar y apuntaban directo a su madre, una mujer alcohólica a quien siempre defendió, incluso cuando dijeron que era, literalmente, su proxeneta por ponerla en producciones de esta categoría.

Pretty Baby: la película que lanzó a la fama a Brooke Shields
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Algo que a los 57 años entiende, considerando que sus propias hijas, Rowan, de 19 años, y Grier, de 16, le dijeron que jamás verían “Pretty Baby” porque es pornografía infantil, consignó Mujer Hoy.

Víctima de violación a los 20 años

En el documental, Brooke Shields, habla de los momentos más dolorosos que vivió en Hollywood, incluidos el episodio en que fue violada cuando tenía poco más de 20 años.

Es la primera vez que la actriz habla de lo que sucedió cuando era una joven que recién terminaba la universidad y quería volver a trabajar, por lo que se unió a un productor en una cena para hablar de trabajo.

Comenta que tras la cena se fueron hasta su hotel, luego de que el productor le asegurara que desde ahí pedirían un taxi. Shields dice “Subí a su habitación y él desapareció”, luego, el productor apareció desnudo y se abalanzó sobre ella.

Brooke afirma: “No peleé mucho, no lo hice. Me quedé congelada. Un ‘no’ habría sido suficiente, pero solo pensé: ‘Mantente con vida y después te vas’. Solo me callé y esperé”, informó EL País.

Esperó que todo terminara, salió y tomó un taxi hacia la casa de un amigo. Lloró todo el camino.

Brooke cuando era joven
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A sus 57 años declara que no proceso esta situación hasta mucho tiempo después, aunque siempre se culpó por lo que pasó esa noche.

“Creía que de alguna manera había enviado algún mensaje inapropiado. Bebí vino, subí a la habitación… Él se sentía confiado” relató.

La actriz enfrentó a su agresor, años después de lo que pasó le envió una carta en la que le dijo,”‘¿Sabes qué? Me niego a ser una víctima porque esto es algo que sucede sin importar quién eres y sin importar si estás preparada o no”, pero nunca tuvo respuesta.

La sexualización en Hollywood

Si hay algo de lo que Brooke Shields puede hablar con propiedad es de la sexualización de los adolescentes en Hollywood.

Participó en películas que la explotaron para mostrarla como una mujer, cuando realmente era una niña que aún no llegaba a la adolescencia.

Ese es el objetivo de su documental, contar una experiencia como la suya, donde los medios estaban obsesionados con su virginidad gracias a tu trabajo con osados papeles en el cine y un spot comercial que la puso en la cúspide de la fama.

“¿Quieres saber lo que se interpone entre mi Calvin y yo? Nada”, era la frase que pronunciaba Brooke en el icónico spot que protagonizó cuando tenía 15 años y su belleza era impactante.

Una belleza y punto de erotismo de que nunca fue consciente, destaca El País, recordando cuando la actriz habló sobre ese comercial en Vogue.

Dijo que la grabación fue extremadamente profesional, no había personas ajenas en el set y las expectativas eran muy altas, para ella, un orgullo ser parte.

Hasta que salió al aire y comenzaron a prohibirlo en diferentes lugares, su juventud era demasiada para el tipo de contenido que realizó y ella no lo entendía.

Afirmó: “Yo era ingenua, no pensé nada sobre ello. No pensé que tenía que ver con la ropa interior. No le vi connotación sexual. Lo comparaba con mi hermana: nada se opone entre mi hermana y yo. Lo que fue un shock para mí fue que me reprendieran por un “ah, tú sabías que iba a pasar eso, lo pensabas”.

El acoso por parte de los fotógrafos, reporteros y la gente que le preguntaba, a los 15 años, por la sexualidad del anuncio, cuando ella aún no entendía nada y se convertía en la nueva “novia de América”.

La sanación de Brooke Shields

Quizás gran parte de los dolorosos momentos que vivió Shields en la industria del entretenimiento ocurrieron por Teri, su madre, que vio en su belleza como una forma de rentabilizar a la pequeña.

La actriz es honesta al comentar que su madre era alcohólica y aunque fue su representante, siempre tomó el papel de la adulta sobria en la relación.

Sin embargo, destaca “Incluso cuando yo estaba rodando, ella me protegió como si fuera Rapunzel en una torre. Eso preservó mi ingenuidad. Era una contradicción constante”.

El punto de equilibrio de la actriz lo tenía en su padre, Frank, un hombre que vivía con su familia, luego de divorciarse de la madre de Shields, y en quien siempre encontró un hogar conservador y estructurado, lejos de la locura del espectáculo.

Por eso fue a la Universidad de Princeton, donde estudió e hizo una tesis sobre Louis Malle, el director de Pretty Baby, la primera película americana que realizó, donde el tema principal es la pérdida de la inocencia, algo que le pasó a ella.

Brooke junto a su madre en la graduación de Princeton
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Aunque tuvo un matrimonio fallido con André Agassi, solo unos años después encontró a su actual marido, el guionista y productor de televisión Chris Henchy.

Con él aún continúa casada y tienen a sus dos hijas, quienes son el principal apoyo de la actriz que a sus 57 años saca todo en su documental.

El documental Brooke Shields: Pretty Baby está disponible en 2 episodios que se puede ver en Chile a través de la plataforma de streaming Star+.

Documental de la actriz
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