A sus 47 años la actriz está ya en la segunda temporada de su propio programa de entrevistas "The Drew Barrymore Show" que con éxito transmite en la franja matutina de la televisión norteamericana. Un repaso de su historia y un camino no fácil para convertirse en un ícono del entretenimiento mundial.

Probablemente, Drew Barrymore, es una de las actrices más precoces de Hollywood, cuya trayectoria se mantuvo con el pasar de los años, aunque no sin dificultades.

Tenía sólo 11 meses cuando posó por primera vez frente a las cámaras, a los 7 años era una estrella a nivel mundial, pero a los 13, su vida ya era un desastre.

Ahora, a sus 47 años y una importante trayectoria en Hollywood, Drew se dedica a su mayor proyecto profesional en solitario, pero no frente a las cámaras del cine que conoció toda su vida, sino que frente a las de televisión.

Una puerta que se abre para la icónica actriz de E.T. con éxito, mientras se reconcilia con su pasado, ese que todos leyeron en revistas o vieron a través de la televisión.

Drew Barrymore posando feliz
@drewbarrymore | Instagram

Drew Barrymore: el ave fenix de Hollywood

Si hay alguien que sabe lo que es caer y renacer en Hollywood es precisamente, Drew Barrymore. Tras su éxito a los 7 años como Gertie en E.T. hace cuatro décadas, su vida cambió para siempre, pero no para bien.

A los 8 su madre y mánager, Jaid, comenzó a llevarla seguido al “Studio 54”, el club nocturno más popular y exclusivo de Nueva York en los años 70. Cinco noches por semana parecían suficiente para su madre y por tanto, para ella, destacó Infobae.

“Yo tenía madre, pero ella era más como una mejor amiga. Me decía, ‘¿Quieres ir a la escuela y que te acosen o venir conmigo al Studio 54?”, contó en entrevista con el comediante Norman Macdonald, según Today.

En cuando a su padre, parecía que además de haber heredado un apellido de dinastía en Hollywood, también heredó los hábitos destructivos de este.

John era alcohólico y drogadicto, para cuando Drew tenía 13 años era igual a él, estaba entrando a su primera rehabilitación luego de consumir alcohol, marihuana, cocaína, helados con un chorrito de Bailys e intentar suicidarse.

Según ella misma señaló, ser famosa desde tan joven es “realmente es una receta para el desastre”, añadiendo que “Terminé mi mie… a los 14 años”. En esa época entró en la “crisis de la mediana edad” y se transformó en su propio padre intentando ser una persona responsable.

Se emancipó y se hizo independiente, sin embargo, estaba en la lista negra de Hollywood. Nadie quería trabajar con ella debido a sus excesos y aún estaba en crisis, una que duró tres años.

Drew Barrymore y su madre
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La primera hija de Steven Spielberg

Los excesos que vivió cuando era una niña la hicieron pensar que moriría a los 25 años, era la “muñeca rota” de Hollywood y cada escándalo era festinado por la prensa.

“Vivía muy enojada porque sabía que estaba tremendamente sola”, contó a The Guardian cuando presentó su segundo libro de memorias Wildflower.

Sin embargo, quien siempre estuvo ahí fue su padrino, Steven Spielberg. Sí, el famoso director de cine y la actriz Sophia Loren son los padrinos Barrymore.

Fue el director quien ejerció como “padre” de Drew en su juventud, la regañó enviándole su portada de Playboy con una nota que decía “Tápate” y una manta, en un intento de protección de la que menciona es “su primera hija”.

En un encuentro que tuvo con él durante el verano de 2021, la actriz se emocionó y dijo “él fue la primera persona que se preocupó por mí”, derramando lágrimas en su show.

A sus 17 años entendió que debía encausar su vida y trabajó mucho, hizo 16 películas en 6 años hasta que llegó el momento de unir fuerzas para fundar su primera productora, Flower Films.

Mientras protagonizaba Jamás Besada, también ejerció como productora ejecutiva, siendo una de las primeras mujeres que ocupó este rol en la industria cinematográfica, consignó El País.

En esa labor fue como llegó a “Los Ángeles de Charlie” donde su amistad con Cameron Díaz y Lucy Lui se acrecentó aún más.

Incluso con la primera visitó Chile en 2004, cuando grababan un programa para MTV que tenía los centros turísticos de Chile como tema principal.

El camino de la madurez

Durante sus 20 y 30s, Drew compensó con creces su adolescencia perdida, se casó con el comediante Tom Green, su segundo matrimonio, ya había tenido uno a los 19 con Jeremy Thomas.

A los 37 años se volvió a casar con William Kopelman, aunque el enlace sólo duró unos años y en 2016 se divorció, sin embargo fue con él con quien decidió tener una familia.

Olivia y Frankie son las hijas de la actriz, quienes llegaron a maravillar su vida. Según declaró “nunca habría tenido hijos a menos que fuera increíblemente estable y estuviera dispuesto a ponerlos primero”.

Eso, luego de mencionar que no le preocupaba ser madre, porque sabía que no cometería los mismos errores que sus padres y jamás le haría a un niño lo que le hicieron a ella y ponerlos en situaciones de adultos cuando aún no lograba comprender las cosas bien.

Drew Barrymore posando a la cámara
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Además, sigue siendo uno de los nombres más queridos en Hollywood y aunque se ha alejado del cine, sí participó de la serie que ella misma produjo “Santa Clarita Diet” en Netflix y siempre tiene proyectos en carpeta.

Una marca de vinos, otra de cosmética y una gran labor como filántropa copan los días de Barrymore, aunque hay algo que se lleva gran parte de su día.

The Drew Barrymore Show

En septiembre de 2020, Drew Barrymore debutó como la conductora de su propio “talk show” o programa de entrevistas, The Drew Barrymore Show, en la franja matutina de CBS.

Se demoró un año en que el show pudiera estar al aire, según ella misma cuenta el viaje de creación “ha sido emocionante, ha sido aterrador, ha sido desafiante, pero al final del día es una oportunidad para superar las expectativas”, indicó en la serie documental que muestra el camino que siguió para llegar a tener su propio show.

En el primer episodio declaró a su audiencia que pondría todos los aspectos de su vida en la pantalla, considerando que la mayoría la conocía desde pequeña, consignó Vanity Fair.

Luego, dio la bienvenida a sus primeros invitados, obviamente sus grandes amigos de Hollywood, Cameron Díaz, Lucy Liu y Adam Sandler. Más tarde se reuniría su ex marido, Tom Green, con quien no había hablado en más de 15 años.

El éxito de la primera temporada donde se muestra tal como es, empática, anhelante, casi infantil, hizo que firmara de inmediato por una segunda. De acuerdo a la entrevista de Condé Nast es un programa poco convencional, lo que lo hace notable.

“El programa realmente encarna el espíritu de Drew, y estamos encantados de poder continuar brindando a nuestras estaciones y televidentes otra temporada de alta calidad este otoño” informó el presidente de CBS Media Ventures, Steve LoCascio a The Hollywood Reporter.

Tal es el éxito de la actriz en la televisión, que su nombre incluso se barajó para ser la heredera del hueco que deja la norteamericana Ellen Degeneres, quien se despide de su show “The Ellen Show” tras su última temporada.

Sin embargo fue la cantante Kelly Clarkson quien sustituirá con su “The Kelly Clarkson Show” el espacio que deja Degeneres, indicó El País.

Por el momento se mantiene en su propio programa, donde si todo sale tan bien como hasta ahora la podría convertir en la Oprah Windrey de esta época, aunque es claro que tiene un camino recorrido en Hollywood con el que no necesariamente necesita ser alguien más, sino que sólo ser Drew Barrymore.