Durante más 30 años fue conocido como el "hermano de Macaulay Culkin". Hoy brilla solo.

Kieran Culkin durante muchos años fue conocido como “el hermano de Macaulay Culkin“, uno de los actores infantiles más exitosos de la industria cinematográfica, sin embargo, a sus 39 años ha logrado despegarse de esa etiqueta que lo persiguió durante décadas.

Comenzó en la industria cuando tenía 8 años, interpretando a Fuller, el insoportable primo de Kevin en “Mi pobre angelito”, la película que lanzó al estrellato a su hermano, y así continuó con su carrera aunque nunca estuvo seguro de que era esto a lo que se quería dedicar.

Proveniente de una familia que pudo ser una dinastía en Hollywood o Broadway… o al menos eso imaginaba su padre Kit Culkin, un frustrado actor de teatro que vio en sus hijos la posibilidad de tener estrellas, pero la historia fue muy diferente.

Con una larga carrera en la industria, Kieran recién comienza a celebrar los frutos de sus tres décadas de trabajo gracias a su papel en Succession, la serie de HBO que le ha permitido desarrollarse como actor y manejar todo su potencial para Roman Roy, un personaje perfecto para él, con el que incluso logró una nominación a los prestigiosos Golden Globes.

Kieran Culkin, un esquivo de Hollywood

Creció junto a sus 6 hermanos, Christian, Dakota, Macaulay, Rory, Shane y Quinn, criados en un pequeño apartamento de Manhattan, Nueva York, que aunque estaba cerca de Central Park, no tenía nada de la exclusividad que usualmente podemos ver en las construcciones de esa zona.

“Los amigos de mis padres estaban dirigiendo un pequeño teatro, el Light Opera de Manhattan, y cada vez que una producción necesitaba un niño, decían, ‘¿Qué edad y qué género? Tenemos siete de ellos aquí mismo”, explicaba sobre su infancia a Vanity Fair, recordando la conocida historia de la familia.

El más insigne de la familia fue Macaulay, el pequeño rubio que cada diciembre vuelve a la fama gracias a sus épicas películas navideñas. Lo que pocos saben es que en cuanto pudo, contrató un abogado para bloquear el acceso de sus padres a su cuenta bancaria, con el objetivo de proteger la fortuna que consiguió.

Macaulay dejó de hablar con su papá durante esa época. Por su parte, la relación de Kieran y Kit también terminó en la adolescencia, de hecho, según afirmó el actor, el hombre dejó de ser parte de su vida desde los 15 años.

Las aptitudes para la actuación no las adquirió estudiando “ningún tipo de formación técnica. Yo ya lo estaba haciendo, seguí haciéndolo, y luego, ¡Oh, mierda, tengo una carrera!”, comentó a la revisa de Condé Nast.

Vivió la fama desde la infancia, aunque no la propia, sino que la de su hermano que de un momento a otro comenzó a ser acechado por las masas que lo reconocían en la calle.

Desde ahí que Kieran fue esquivo con la fama de Hollywood: “No es algo agradable. Creo que las personas inteligentes y bien adaptadas que lo experimentan de primera o segunda mano no lo perseguirían”.

“Absolutamente tomaría la felicidad personal sobre el éxito. Si soy miserable, ¿cuál es el sentido?” reflexionó para Vanity Fair.

Una carrera independiente

Kieran Culkin hizo una carrera que muchas veces fue a la sombra de su hermano, sin embargo, logró trabajar con grandes del mundo cinematográfico como Steve Martin y Diane Keaton en El padre de la novia o Sharon Stone en The Mighty, por la que incluso logró una nominación a los premios “Mejores Artistas Jóvenes” que otorga la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA; por sus siglas en inglés).

Aunque a su juicio, recién en 2002, cuando logró quedarse con el papel de Igby en Igby Goes Down, comenzó su carrera como actor y por fin empezó a liberarse del estigma de ser “el hermano de Macaulay Culkin”, consignó El País.

De la mano de consagrados como Susan Sarandon, Jeff Goldblum y Bill Pullman y bajo la dirección de Burr Steers, sintió que en esas semanas de grabación tomó todas las clases a las que no había asistido en su vida, pese a que nació frente a una cámara y un guión.

Pese a que tras este film y su nominación a los Golden Globes recibió mucha atención, su trauma con la fama continuaba, pero confesó que no estaba preparado para esa situación: “No habría podido manejar el éxito ni la atención que se habría generado si hubiera seguido con mi carrera, así que literalmente renuncié a ella”.

Se alejó del trabajo actoral por algunos años y volvió esporádicamente a tomar algún rol secundario, sin embargo, el gran papel que lo devolvió a la ajetreada industria fue el de Roman Roy, uno de los hijos de Logan Roy, el dueño de la compañía Wayster Roy en Succesion, una de las series más exitosas de HBO.

Roman Roy, el chico rebelde de Succession

Actualmente HBO está emitiendo la tercera temporada de Succesion, una adictiva serie sobre el poder que posee una familia magnate dueña de un conglomerado de medios de comunicación, parques de diversiones, cruceros, etc.

Creada por Jesse Armstrong, narra la lucha que tienen los cuatro hijos de Roy, interpretado por Brian Cox, por conseguir llevar las riendas del imperio familiar.

“Creo que fue al final de la primera temporada. Recuerdo llegar a casa y pensar: ‘Esto es lo que quiero hacer con mi vida. Creo que quiero ser actor. Tenía como 36 años. Ya lo había estado haciendo durante 30 años”, confesó a The Hollywood Reporter.

Esa fue la sensación que le dejó a Kieran grabar la primera temporada de la serie, con un papel que “ha definido su vida”, aunque en un principio no audicionó para ese rol, sino que para el del “primo Greg” que actualmente encarna Nicholas Braun.

El director de casting del show le pidió que grabara las escenas de Greg, sin embargo, el actor grabó tres escenas de Roman y las envió, en ese momento el creador de la serie, Jesse Armstrong, supo que había encontrado a Roman.

“Tuve ese sentimiento de gratitud y alivio: has escrito una parte, tienes una cadencia o un sentido de persona, pero no estás completamente seguro si esa persona existe en el mundo o si tus ritmos encajarán con alguien. Es extraordinariamente reconfortante ver a alguien hacerlo “bien”. O más que correcto: tienes una pareja de baile, lo que significa que podrías bailar en todo el mundo”, señaló.

Para tomar el papel de este hermano vividor, preocupado de no perder sus privilegios, se inspiró en los suyos, aunque particularmente en una, Dakota o “Cody”, la hermana que los Culkin perdieron en 2008 cuando tuvo un accidente automovilístico.

“Sin duda, era la persona más divertida de la familia y tenía un sentido del humor muy oscuro”, señaló sobre ella, recordando una escena que comparte con su hermana televisiva Sarah Snook, “Shiv”, donde interrumpe una discusión diciendo “¡Dur-dur-dur-dur-durrr!” sin dejar que continúe y -por supuesto- ganando, un rasgo que identifica como algo que haría Cody.

Sarah Snook es precisamente su compañera favorita en la serie, señalando que su relación es casi de hermanos. “Podemos jugar y ser crueles entre nosotros como nuestros personajes. Eso es aún más divertido porque entre nosotros dos, no hay nada más que pura alegría y amor”, dijo.

Kieran cumple encantando semana a semana en el show que se prepara para finalizar su tercera temporada y disfruta el éxito, aunque de manera diferente.

Incluso, esto lo llevó a ser el conductor invitado del popular show “Saturday Night Live” de NBC, un lugar que está reservado sólo para unos pocos en la industria del entretenimiento.

En su monólogo inicial recordó que antes estuvo en ese escenario, aunque la estrella invitada era su hermano, Macauly, quien tuvo que aprender todo el show de memoria, obligado por su padre, confesó a Ellen Degeneres.

El actor recordó que durante el final del show de Macaulay, hace 30 años, lo levantaban entre los actores que estaban en el escenario mientras él era ignorado en el fondo de este, rodeado de los comediantes más famosos de la época, hasta que pidió que lo levantaran y uno de los actores que lo hizo, mientras hacía muecas de , recordó en entrevista con Jimmy Fallon.

Esta vez, Culkin asistió como el protagonista y tuvo un excepcional monólogo en el que recordó a su particular personaje de Susseccion, indicando que era una de las personas más buenas de la televisión, aunque era catalogado un de los 10 peores del show.

Y finalmente logró disfrutar el éxito como su hermano, 30 años después él era el “host” de Saturday Night Live y fue a él a quien lo levantaron en el escenario, para por fin reafirmar que dejó de ser “el hermano de” y sólo es Kieran Culkin, el gran actor, Kieran Culkin.