Christina Ricci tenía sólo 9 años cuando debutó en Hollywood, de la mano de Cher y Winona Ryder, quienes compartieron set con ella en Mermaids, la primera producción en la que participó.

Sin embargo, la fama llegaría un año después cuando se hiciera conocida por interpretar a la pequeña y cautivante Merlina Addams (Wednesday Addams en su versión en inglés), la hija menor de una peculiar familia en el clásico de humor negro “Los locos Addams”.

Era una estrella infantil, hasta que llegó la adolescencia y no dejó de cautivar, era una de las actrices mejores pagadas de la industria a una edad precoz. Según relata Vanity Fair “a diferencia de la mayoría de niños actores, ella parecía entender a sus personajes. Trabajaba como una adulta, y no daba problemas.”

Tenía todo para ser una de las grandes estrellas de Hollywood, considerando que trabajó bajo la dirección de grandes directores como Tim Burton, Terry Gilliam, John Waters o Woody Allen.

Sin embargo, nunca se pudo alejar de esa imagen de “chica oscura” algo que fomentaba con sus declaraciones o los papeles que tuvo en algunos de los films indies en los que trabajó.

Pese a eso, la actriz se veía feliz, su vida cambió en 2013 cuando se casó con el técnico cinematográfico James Heerdegen, con quien formó una familia en la que tuvieron al pequeño Freddie.

Aunque parecían una familia completamente feliz, en 2020 con la pandemia también vinieron los problemas para la actriz que vivió el infierno en carne propia.

Christina Ricci, la estrella infantil

Una peculiar historia que parece haber sido protagonizada por su popular personaje, Merlina, fue el que le dio a Christina su primer papel.

En entrevista con The New York Magazine, la actriz contó tenía 8 años cuando quería protagonizar la obra de fin de curso “Los doce días de Navidad”, sin embargo, no le dieron el papel principal.

Una astuta Ricci consideró que ella debía tener el papel y se burló tanto de su compañero, el electo para actuar, que este la golpeó con un puñetazo. El resultado, el pequeño fue expulsado de la obra y ella, tomó el papel, actuando por primera vez, iniciando un camino que aún no termina.

La actriz se transformó en una estrella infantil y parte de la cultura popular de los 90 con papeles tan reconocibles como la inteligente y magnética Merlina Addams o la antisocial, pero amable Katherinne (Kat) Harvey, la amiga de un fantasma en Casper.

Como toda estrella infantil de Hollywood “pagó el piso” de la adolescencia con declaraciones desafortunadas en tono de broma como “es algo natural tener relaciones sexuales con tus padres”, consigna Vanity Fair. Por esos tiempos, además sufría de trastornos alimenticios, pasó de desarrollar bulimia a anorexia.

Durante esos años privilegió papeles que fueran más con su personalidad. “Creo que siempre me ha interesado interpretar a personas que son juzgadas con mucha dureza”, indicó, añadiendo que creía que “es por eso que obtengo esos papeles cuando hago una audición para ellos. Odio cuando la gente es juzgada e incomprendida”.

Lo que se reflejó en su trabajo en películas como Bastard Out of Carolina, The Ice Storm, Buffalo ’66, donde el director señaló que todo iba bien con ella cuando no llagaba ebria, y The Opposite of Sex con la que obtuvo su primera y única nominación a los premios Golden Globes.

Para cuando tenía 21 años como ella misma dice “dejé de ser tan productiva” y se dio un respiro, dejando de ser la ambiciosa chica que hizo que un chico la golpeara para obtener un papel.

Aunque casualmente con este cambio vinieron los fracasos, papeles en producciones que no lograban éxito o peor, que ni siquiera eran lanzadas en Estados Unidos como “Prozac Nation”.

Tras haber vivido una etapa dura y estar destinada a personajes siniestros u oscuros, Christina decidió darle la vuelta a la vida y no ser la chica problemática que se hacía cortes en sus brazos, y ser feliz, aunque eso incluso le quitara su fama.

La madurez y el infierno

Christina encontró la paz después de la locura, acompañada de un nutricionista que la apoya con sus desórdenes alimenticios y un tratamiento psicológico que la ayuda a despegarse de los malos tratos que sufrió por parte de su padre desde que era pequeña.

En 2011 protagonizó la fallida serie Pan Am, un drama que mostraba la vida que llevaban las tripulantes de la emblemática línea aérea estadounidense del mismo nombre.

Sin bien, la serie sólo duró una temporada, le dio a Ricci más que una oportunidad para mostrarse como la rebelde “Maggie” en un papel muy alejado de lo que venía haciendo. esto, porque en esta producción fue donde conoció a su marido, James Heerdegen.

El técnico trabajó con ella y se enamoraron manteniendo una relación de dos años que progresó a un matrimonio en el que la actriz lució un precioso vestido de Ricardo Tisci para Givenchy y luego, celebraron el nacimiento de su pequeño Freddie quien vino a formar la familia perfecta.

Algo que duró sólo hasta 2020 cuando la misma Riccie dio a conocer el infierno que estaba viviendo en medio de la pandemia, cuando casi todo el mundo estaba confinado en su hogar.

Según destaca ABC, la actriz solicitó una orden de alejamiento contra James, acusando abuso físico y emocional severo por parte de del padre de su hijo, algo que fue aceptado por un juez que determinó que Heerdegen debe estar a más de 100 metros de Christina y Freddie.

TMZ reveló los documentos que presentó Ricci, donde señaló que desde 2019 sufría episodios de violencia por parte de su marido, algo que se intensificó durante el periodo de pandemia, señalando que él la atacó en dos ocasiones persiguiéndola por la casa para que no llamara a emergencias ante la situación que estaba viviendo.

Según relata el medio: “Él supuestamente la cogió de las muñecas y la arrastró hasta el jardín para arrojarla a un pozo de fuego, provocándole múltiples cortes y magulladuras. En la siguiente agresión, él le arrojó café y una silla delante de su hijo”.

El infierno que vivía la actriz se refleja en sus comentarios. “A finales de 2019, durante un viaje en auto, él dijo algo que me hizo pensar que (él) podría matarme. Dijo que la única forma en que podría sentir lástima por mí es si me desmembraran en pedazos pequeños”, dijo la actriz en el documento judicial.

La actriz afirmó luego: “Esa noche escondí todos los cuchillos en la cabaña donde nos alojábamos. Temí por mi vida y la vida de nuestro hijo”.

En su denuncia, la actriz incluso adjuntó las imágenes donde se muestras las lesiones que le provocó su marido, por lo que solicitó también el divorcio.

Por su parte, Heerdegen señaló a través de su abogado que la versión de Ricci era falsa y que también solicitaría una orden de alejamiento de ella, por su conducta abusiva alimentada por el alcohol y sustancias, señalando que presentaría documentos que avalarían sus palabras. La solicitud le fue negada y además perdió la custodia de su hijo pudiendo sólo visitarlo bajo supervisión.

Después de la tormenta viene la calma

Aunque sólo han pasado unos meses desde que la actriz pudiera salir del infierno que vivía con su ex marido, decidió rehacer su vida y esto vino acompañado con buenas noticias.

Ricci comenzó una relación con el peluquero estilista Mark Hampton, conocido por su trabajo para marcas como Hugo Boss o editoriales de Luxury y Vogue.

La pareja, que actualmente reside en Canadá, dio a conocer hace algunos días que pronto agrandarán la familia publicando la fotografía de una ecografía que se realizó la actriz en la que anuncian el nacimiento de un retoño.

Con el mensaje “La vida sigue mejorando”, Christina publicó la imagen a través de su cuenta de Instagram, misma red social donde había dedicado cariñosos mensajes a su pareja como cuando le saludó en su cumpleaños. “Te amo. Este próximo año va a ser el mejor hasta ahora”, indicó.

Una buena noticia para la actriz que se suma al próximo estreno, en noviembre, de la serie “Yellowjackets”, una producción de Showtime que abordará la historia de un equipo de jugadoras de fútbol que fueron supervivientes de un accidente en avión, señaló Deadline.

La historia de terror psicológico, que también cuenta con Melanie Lynskey, Tawny Cypress, Juliette Lewis, se centrará en la historia de un equipo que se convierte en un clan salvaje, mientras están en las profundidades de norte de Canadá.

Buenas noticias para la actriz que tuvo un complejo 2020, pero que vuelve a vivir la tranquilidad y felicidad preparándose para finalizar un 2021 espectacular.