En agosto de 2014 el mundo lloraba la muerte del actor y comediante Robin Williams, quien tras luchar contra la depresión, alcoholismo y un erróneo diagnóstico fue encontrado muerto a los 63 años en su domicilio, con signos de un suicidio por asfixia.
No obstante, luego de ser tratado por años por padecer Parkinson, el hijo del actor, Zak Williams, reveló que años después de la muerte se descubrió que Williams padecía demencia con cuerpos de Lewy, el segundo tipo más común de demencia progresiva después de la enfermedad de Alzheimer.
Zak, en conversación con el podcast The Genius Life, señaló que “lo que vi fue frustración. Lo que estaba pasando no coincidía uno a uno con lo que experimentan muchos pacientes de Parkinson. Entonces, creo que eso fue difícil para él”.
“Había un problema de enfoque que lo frustraba, había problemas asociados con cómo se sentía y también desde una perspectiva neurológica no se sentía bien. Estaba muy incómodo”, agregó sobre cómo fueron los últimos días de su padre.
También señaló que los medicamentos que Robian Williams debía tomar para el supuesto Parkinson que padecía eran muy fuertes, lo que terminó desgastándolo aún más, tanto corporal como mentalmente.
“No pude evitar sentirme más allá de la empatía. No pude evitar sentirme frustrado por él. Puede ser realmente aislante incluso cuando estás con familiares y seres queridos”, agregó Zak.
Sobre la demencia, padecimiento que sí correspondía al diagnóstico del actor, se trata de un tipo de enfermedad cerebral que afecta el pensamiento, la memoria y el control del movimiento de la persona, razón por la cual Robin debió dejar la actuación.
La demencia con cuerpos de Lewy causa una disminución progresiva de las capacidades mentales. Las personas que que lo padecen pueden experimentar alucinaciones visuales y cambios en la lucidez mental y la atención, señala el sitio de Clínica Mayo.
En tanto, el Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento. Los síntomas comienzan gradualmente. A veces, comienza con un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque la enfermedad también suele causar rigidez o disminución del movimiento.
Pese a que Zak intentó hacer muchas cosas para superar la trágica muerte de su padre, fue diagnosticado con estrés post-traumático, algo que lo estaba llevando a episodios de alcoholismo, por lo que decidió asistir a terapia.
“Una cosa que encontré muy curativa para mí a través de mi experiencia ha sido el servicio y el compromiso con el trabajo de servicio específicamente en torno a la salud mental y las organizaciones de apoyo a la salud mental. Comer bien, comprometerme con un estilo de vida saludable. Cosas que necesito en mi régimen semanal y diario para apoya mejor mi bienestar”, relató en una anterior entrevista a revista People en 2020.
“Era muy consciente de la lucha de mi padre con la depresión, que se manifestaba en ocasiones en la adicción, y se esforzó mucho para apoyar su bienestar y salud mental, especialmente cuando tenía problemas. Era algo que para él era una consideración diaria”, concluyó el hijo de Williams.