Adrien Brody tiene 48 años y hace casi 20 sorprendió al mundo con su papel protagónico en El Pianista, la obra del director Roman Polanski, que le dio el Óscar como Mejor Actor en 2002.

El actor era el hombre más joven en recibir la estatuilla dorada, por lo que se auguraba un futuro promisorio en Hollywood, sin embargo, algo pasó en el camino que no es tan usual verlo en los éxitos de la industria ¿o no?

Será que Brody sufrió la maldición de los Óscar, esa que dice que los actores que ganan la estatuilla y pese a que todo debería ir mejor que nunca, sus carreras se comienzan a apagar lentamente en un mundo donde las estrellas cada día deben brillar más.

Pero, ¿Adrien Brody sufrió realmente esta maldición? el actor que alguna vez visitó Chile para ver a su antigua novia, la española Elsa Pataky, realmente nunca desapareció de Hollywood y en realidad, siempre ha estado vigente, aunque a punta de vivir día a día la batalla de conseguir un buen papel en la industria.

Adrien Brody, hijo de artistas

Mucho antes de que Nueva York se transformara en la capital del turismo en Estados Unidos, en los años 70 nació Adrien Brody, en el seno de una familia de artistas que se ubicaba en el barrio Woodhaven de Queens.

Su madre es la fotógrafa de origen húngaro Silvia Pachy y su padre, Elliot Brody, un profesor de historia y pintor, le brindaron “el valor y la capacidad de creer en los sueños” como recordó en Suiza mientras recibía el premio que reconocía su carrera en el veterano Festival de Locarno, en 2017, destacaba El País.

El apoyo del que hablaba el actor se reflejaba en que cuando era un niño y gracias a un trabajo que debía hacer su madre se matriculó en un programa especial de fines de semana en la prestigiosa Academy of Dramatic Arts and High School, educación que le comenzó a dar una formación artística a temprana edad.

Ya en 1988 hizo su debut en la televisión con Home at Last, pero pasaron cinco años para que volviera a estar en una producción, comenzando una carrera que, pese a que tuvo momentos bajos, se consolidaba en el escenario con el premio más añorado en la industria del cine.

Según consigna ¡Hola!, Spike Lee lo tuvo en su film Summer of Sam, sin embargo, en el comienzo del milenio Roman Polanski le dio el papel que cambiaría su vida para siempre. Wladislaw Szpilman, el pianista judío cuya vida fue retratada en una cruda e intensa interpretación por parte de Brody.

Su impresionante trabajo le brindó el Óscar, cuando tenía sólo 29 años, transformándose en el hombre más joven en recibir la estatuilla en esta categoría, lo que para todos era una señal de que una sólida carrera comenzaba para un juvenil de la industria.

Lo recibió entregando un potente discurso en el que emocionado agradeció a sus padres, pero también realizó un llamado de paz en los difíciles momentos que estaba viviendo Estados Unidos, en medio de la guerra en oriente.

Una estrella que tintinea

Al menos, así titularon durante mucho tiempo los medios que se referían a la carrera del actor y tan equivocados no estaban.

El mismo Brody lo declaró a El País, señalando “Tenía 27 años cuando rodé la película, pasó un año hasta que se estrenó. En ese tiempo no encontré trabajos interesantes. Incluso tras el Óscar tampoco encontré nada”.

Cuando alzaba el premio a su trayectoria en Suiza, destacaba que había pasado gran parte de su vida profesional luchando por sobrevivir como actor. Considerando que su papel en El Pianista lo dejó con una depresión que duró más de un año, ya que si bien su viaje fue enriquecedor, también la dureza de la experiencia le afectó.

Señaló al respecto: “Roman Polanski me tomó literalmente de la mano para mostrarme los detalles más íntimos y trágicos de su existencia”.

Sin embargo, nunca dejó de trabajar, lo que se refleja en que desde el año que ganó el Óscar siempre estuvo con proyectos, aunque en gran parte ligados al cine independiente.

Dio vida a Salvador Dalí para Midnight in Paris, la película de Woody Allen, trabajó bajo los efectos especiales en King Kong (la primera película suya que le mostraría a sus nietos) y tuvo incursiones en la ciencia ficción con Splice o Predators, consigna El Periódico.

Sin embargo, nunca logró tener un papel en películas de acción, lo que para él es frustrante. Según declaró a Esquire “Matt Damon hizo un gran trabajo con la serie de Bourne… Y me alegro por él. Pero habría sido un excelente personaje para mí. Bourne se puede interpretar con humor, con cara dura, con esa idea de uno contra el mundo. Y tienes a una chica, así que hay romance. Me encanta. Y es una franquicia, así que puedes retomar al personaje y pulirlo con calma. Creo que cualquier actor joven, si es honesto, diría que una oportunidad así lo haría feliz.”.

Adrien, más vigente que nunca en el espectáculo

El peso del Óscar lo perseguirá toda su vida, pero eso no implica que no pueda dedicarse a lo que más le gusta y tampoco que no cause sensación cada vez que se incorpora a un nuevo proyecto.

Tal revuelo causó en 2017 cuando se unió al elenco de la serie británica Peaky Blinders, el show que retrata la vida del clan Shelby y que tuvo a Brody en sus filas a partir de la cuarta temporada.

La serie, que comenzó en 2013, se convirtió en un programa de culto para los británicos y tuvo al neoyorquino interpretando a Luca Changretta, un mafioso italiano que comenzó a complicarle la vida a Tommy y su familia, devolviéndole notoriedad al oscarizado, que le había sido esquiva durante los últimos años, destacó La Vanguardia.

Además, recientemente se dio a conocer que será la nueva estrella invitada en la exitosa serie de HBO Succession. Brody se incorporará al show junto a Alexander Skarsgård, quienes serán parte de el elenco que protagonizan Brian Cox, Jeremy Strong, Kieran Culkin, Sarah Snook, Hiam Abbass, Nicholas Braun, Peter Friedman, Matthew Macfadyen, Alan Ruck, Rob Yang y más.

Según destacó Variety, el actor se unirá a la trama que finalizó con la emboscada de Kendall (Jeremy Strong) a su padre, Logan roy, por lo que vendrá a incorporarse como Josh Aaronson, un inversor activista multimillonario que se vuelve fundamental en la batalla por la propiedad de Waystar.

Pero no es el único proyecto de Adrien, ya que también interpretará al entrenador de la NBA, Pat Riley, en la próxima serie dramática sobre los Lakers de Los Angeles, que aún no define su nombre.

También se anunció su participación en la película de Wes Anderson “The French Dispatch” en la que compartirá elenco con Elizabeth Moss, Timothée Chalamet y la reciente ganadora del Óscar, Frances McDormand.

Sin embargo, estos no son sus únicos proyectos, ya que también será parte de Blonde, la serie de Netflix inspirada en la vida de Marilyn Monroe y también en Searchlight, la película que protagonizará junto a Saoirse Ronan y Sam Rockwell.

Parece que a sus 48 años Brody se activó como nunca en el espectáculo Hollywoodense, con trabajo para el área independiente, pero también la televisión y el streaming, que prometen darle el peso que siempre debió tener en su carrera, luego de hacer historia al ser el hombre más joven que alcanzó el Óscar por Mejor Actor.