Alyson Stoner es una de las “niñas estrellas” de Hollywood más reconocibles que la década que comenzó con el milenio, como actriz o bailarina, fue durante algunos momentos la favorita de la industria de Hollywood.

Saltó a la fama siendo la pequeña bailarina que se robó la película en el video clip de “Work It”, el éxito de la rapera Missy Elliot, con el que se presentó en diversos programas de televisión estadounidense realizando los pasos que la hicieron famosa.

También la pudimos reconocer en varias producciones de Disney, aunque nunca tuvo los papeles principales como Demi Lovato o Miley Cyrus, sí pudo trabajar en diversas producciones de la cadena infantil como “Step up”, “The Suite Life of Zack and Cody” o “Camp Rock”.

El cine no fue ajeno a ella y acompañó a Steve Martin en sus exitosas películas “Más barato por docena” donde interpretó a una inquieta Sarah Baker, en compañía de experimentados colegas como Pipe Perabo, Hillary Duff, Tom Welling o Bonnie Hunt.

Sin embargo, como muchas estrellas infantiles, la actriz también sufrió abusos y, a sus 27 años, relató su desgarradora historia través de People y sus redes sociales, en la que critica el sistema de vida que se ha creado para los niños talentosos que terminan con destruir sus vidas.

Stoner realiza crudas revelaciones que cuentan su propia historia, una que nunca dio a conocer en las pantallas, pero que continúa repitiéndose una y otra vez en la industria del entretenimiento.

Los movimientos de Stoner

Era sólo una niña, pero realizaba los mejores movimientos entre todos los bailarines que hicieron una aparición en el video del tema que hizo famoso Missy Elliot.

Entró a la industria del entretenimiento en medio de sus bailes para otros video clip como Gossip Folks y I’m Really Hot, además de Just Lose It, de Eminem y No Tengo Dinero de Kumbia Kings.

Su fama fue tan importante, que Ellen Degeneres no dudó en llevarla a su show para que le enseñara algunos pasos de rap, lo que intentó hacer con un desplante impresionante frente a la cámara, sin embargo, no tuvo mucho éxito considerando los descoordinados movimientos que la comediante llevaba cabo.

El baile era lo suyo, las clases de tap, jazz y ballet que tomaba desde los 3 años dieron fruto, y se convirtió en la persona más joven en dar una clase magistral en el prestigioso “Millennium Dance Complex”, la academia de danza de Los Angeles, según consignó “El Confidencial”.

Era una adolescente, pero se perfilaba como una de las artistas importantes de su generación, comenzando a agarrar espacios tímidamente en el cine y la televisión, y es que btenía talento y siempre estaba lista para una audición.

Así, la pudimos ver en diversas producciones de Disney Channel, como “The Suite Life of Zack & Cody” donde compartió crédito con los hermanos Sprouse, o apariciones en otras populares series como “That’s so Raven” hace poco más de 15 años.

Como toda chica estrella de Hollywood, no fue la excepción y la pudimos ver crecer en la pantalla, era la hija rebelde de Steve Martin en “Más barato por docena” donde con su carismática sonrisa y destreza para el baile y la actividad física sorprendió en una comedia que se renovó de inmediato para una secuela.

En su segunda aparición en la pantalla grande, comenzaba a llegar a la adolescencia -al igual que en su vida real- conociendo el amor por primera vez con “Eliot Murtaugh” interpretado por un joven Taylor Lautner. En la comedia son parte del lío que arman sus padres, interpretados por Martin y el fabuloso Eugene Levy, que cautivó como el competitivo Jimmy Murtaugh.

También tuvo papeles en otras producciones como “Step up“, donde compartió con Channing Tatum, aunque no siguió participando de las secuelas que continuaron. También, fue parte del elenco de “Camp Rock”, la película que protagonizó Demi Lovato junto a los “Jonas Brothers”.

Nunca paraba de trabajar y, aunque no tenía papeles estables, siempre contaba con esporádicas apariciones en diversos shows de televisión, pudimos verla en “Dr. House”, “Joey” o “Major Crimes”.

Incluso, utilizó su voz para interpretar a diferentes personajes de videojuegos o series como “Phineas and Ferb”, donde dio vida a Isabella. Se lanzó como cantante con su EP “Beat The System”, publicado en 2011 y no dudó en volver a bailar en tributos a Missy Elliot.

Trabajó incansablemente durante parte de su infancia y adolescencia, se mantuvo bailando, mientras daba clases en el Millennium Dance Complex, actuando o cantando en tours mundiales, sin embargo, todo tiene límites y cuando entraba en la adultez, Alyson los conoció.

El guión de su vida real

La bailarina de ya 27 años no ha tenido problema en contar sus experiencias de vida, siempre que sean útiles para otros.

Por ejemplo, en 2018 lanzó su single “When It’s Right” junto a un ensayo en las páginas de Teen Vogue, donde confesó que era parte de la comunidad LGTBQ+.

Stoner declaró “Yo, Alyson Stoner, me siento atraída por hombres, mujeres y personas que se identifican de otras maneras”, al mismo tiempo que contaba su historia con otra mujer que era su profesora, pero terminó convirtiéndose en su pareja, consigna La Vanguardia..

También fue clara sobre cuál fue su experiencia en el proceso de “salir del clóset” destacando que su religión y entorno no comprenden que hay relaciones que no siempre son heterosexuales. En ese sentido, Alyson afirmó que “Algunas personas me advirtieron de que arruinaría mi carrera, perdería algunos trabajos y pondría mi vida en peligro si ‘salía del clóset’” sin embargo, tuvo la valentía de publicarlo en una de las revistas más leídas de Estados Unidos.

Tres años después de ese episodio, la actriz volvió a publicar sus sensaciones, aunque esta vez fue a través de un ensayo en la revista People, que rescata el guion de la vida real de un “niño estrella”, que es en realidad su historia y las duras situaciones que tuvo que vivir para poder estar siempre trabajando en una industria que, a su juicio, no protege a los menores.

De esta forma, la actriz divide el guion en tres actos que cuentan la historia que no conocíamos de su carrera en la industria del entretenimiento, una industria diseñada para que ella no terminara “estable” o “viva”, algo que ocurrió con otras personalidades como Britney Spears o Lindsay Lohan.

Stoner comienza su relato contando la experiencia que vivió a los 6 años, cuando audicionó sola en una habitación, frente a un extraño interpretando a un personaje que fue secuestrado y violado, para luego de haber salido en un estado de shock frente a su performance, se fuera directo a otra audición aspirando a protagonizar un comercial de juguetes de princesa.

Usa esta historia para reconocer el costo emocional que tuvo con esos cambios de ánimo repentinos y que tuvo que interiorizar para trabajar, cuando apenas se estaba desarrollando congnitivamente, lo que traería consecuencias en su comportamiento personal, social y profesional durante años.

También comenta el abuso que existe en el trabajo infantil en Estados Unidos, donde 17 estados no tienen regulación para esto, aunque sí muchos niños que lo realizan. De acuerdo a la bailarina, estos niños, como ella, participan en grabaciones, van a entrevistas en sus momentos libres o no se alimentan bien privilegiando estar en ensayos.

Todo esto mientras son alentados por sus agentes a emanciparse de sus padres, con el objetivo de trabajar más horas y así, aumentar su capacidad de captar contratos. Además, pierden meses de escolarización y su educación, en general, es precaria debido a los estrictos programas de trabajo que poseen, aunque son el rostro perfecto para una campaña de fomento a la lectura.

Las marcas de una vida dedicada al trabajo

Stoner continúa con su acto 2 y 3 en los que confiesa parte de su historia, recordando que a los 17 años Hollywood la había asfixiado y además, destruyó su familia, destacando que lo hizo con cada uno de sus miembros. Sin embargo, estaban obligados a mantener una vida normal para las cámaras, con el objetivo de nunca tener “mala prensa”.

Además, reveló los serios problemas que tuvo con su cuerpo, cuando recién entraba en la adultez perdió 9 kilos, aunque ya era delgada y comenzó a sufrir serios trastornos alimenticios que incluso generaron que terminara en emergencias con convulsiones e incapacidad de comunicarse, entre otras dolencias.

Señaló que cuando tenía 17 años se internó en un Centro de Rehabilitación, aunque su equipo no estaba de acuerdo, puesto que eso la arriesgaba a “perder el impulso” en su carrera y continuó enviándole audiciones, aunque ella estaba reposando, en cama a causa del profundo estrés que sobrellevaba con su vida y cuerpo.

Insider destacó las declaraciones de la actriz que mencionó “Mientras atravesaba altos y bajos extremos de fama mundial, hospitalizaciones médicas ocultas, hitos artísticos, adultificación rápida y abusos de múltiples capas que no le deseo a nadie, sobreviví por poco a la tubería del niño pequeño al desastre”.

La actriz mencionó sus experiencias en un extenso video para sus redes sociales, aunque fue clara al destacar “No mencioné el acoso sexual, la propiedad intelectual y el dinero robado, los paparazzi, el impacto psicológico del nuevo panorama de influencers, los juegos de poder tóxicos y lo que realmente sucedió en todos esos sets”.

De esta forma, Stoner atacó directamente el sistema de trabajo, entregando algunas recomendaciones como mantener profesionales de salud mental calificado en los sets, que monitoreen las condiciones en las que están trabajando los niños y los apoyen para que no sufran los costos emocionales que ella vivió desde su infancia.

Además, instó a que tanto tutores como representantes de “niños estrellas” puedan tomar cursos que los preparen para tener mejores prácticas frente a situaciones que vivó ella, donde sus padres no supieron como apoyarla.

Por su parte, la actriz expresó “Aunque no estoy sin cicatrices y luchas continuas, sigo siendo uno de los casos más afortunados” añadiendo que “por alguna fuerza misteriosa interior, me comprometí a un profundo trabajo propio y una sanación constante como mi rebelión”.

De esta forma, Alyson Stoner comienza una batalla por cambiar el sistema de trabajo para los niños, que como ella, sueñan con una carrera en Hollywood. La bailarina está utilizando su plataforma social, para que otros artistas que vivieron esta cruda experiencia, la acompañen en este proceso, señalando que tienen la fuerza y autoridad para generar el cambio.