Taylor Swift, la cantante estadounidense que comenzó en el country norteamericano ya es toda una estrella a nivel mundial e incluso, proclamada en algún momento como la más poderosa del planeta.

Prueba de ello son los cientos de conciertos que ha dado a estadio completo, un número envidiable de premios, reconocimientos como la artista de la década en los American Music Awards y por supuesto, algo que sólo The Beatles había logrado, estar en el primer puesto de las listas por seis semanas con 4 álbumes consecutivos.

Sin embargo, el éxito que tiene la cantante no le ha traído sólo felicidad, sino que más de una guerra que batallar, en su propósito por ser una artista integral y continuar trabajando en su música que luego se transforma en oro para ella y su equipo.

Estos son algunos de los episodios que ha tenido que sufrir en su lucha por continuar en la industria, donde constantemente se reinventa para avanzar, pese a todo.

El episodio de Kanye

Cuando era una adolescente, la joven originaria de Pennsylvania, comenzó a llamar la atención, teloneando a la cantante de country Rascal Flatts en 2006.

Aunque fue un inicio tímido, sólo pasaron un par de años para que se volviera una verdadera revolución en Estados Unidos y cayeran sobre ella una serie de escándalos que, si bien pudieron levantar su imagen, también le causaron daños en el ámbito personal. Así lo denunció a través de su documental “Miss Americana”, donde expuso los abusos psicológicos y físicos que puede vivir una mujer en la industria musical.

Era 2009 y Taylor, de 19 años, se subía al escenario de los MTV Video Music Awards, para recibir por “You belong with me” el premio a Mejor Video Femenino entregado por Shakira y Taylor Lautner.

Sin embargo, cuando estaba en su discurso de agradecimiento, el rapero Kanye West, actual marido de Kim Kardashian, se subió al escenario para quitarle el micrófono y hacer un extraño alegato. “Taylor, estoy realmente feliz por ti y voy a dejar que termines de hablar, pero el video de Beyoncé es uno de los mejores videos de la historia. ¡Uno de los mejores de la historia!”, dijo el artista, dejando a Taylor humillada sobre el escenario y sin saber qué decir.

“Había mucho eco ahí. En ese momento, no me di cuenta de que lo abucheaban a él, creí que me abucheaban a mi”, comentó la cantante en el documental, añadiendo que “para alguien que construyó todo su sistema de creencias en base a recibir aplausos de la gente, que todo el público abuchee, es una muy formativa experiencia” .

Taylor indicó que este episodio desató en ella muchos de los caminos psicológicos que recorrió, destacando que no todos fueron beneficiosos.

Los novios de Taylor

El episodio con Kanye West puso a Taylor en el radar de muchos, que aún no conocían a la “niña buena” del country, aunque ahora sí a la mujer a la que se enfrentó el rapero.

Según destaca Vanity Fair, esto implicó que degradaran a la artista por ser activa sexualmente, debido a que tuvo varias relaciones durante esos años, aunque muchas duraron sólo unos meses.

Entre las parejas que se le atribuían estaban personajes públicos como Joe Jonas, Taylor Lautner, John Mayer, Corey Montheith, Jake Gyllenhaal, Eddie Redmayne, Zac Efron, Conor Kennedy y Harry Styles.

Sin embargo, tal como le ocurrió a Britney Spears, la opinión pública se metió en su vida privada para recordar que las estrellas pop adolescentes se deben mantener castas y cuestionar por qué tenía tantos novios o citas, algo impensado para una mujer.

Pero la cantante tomó toda esa cultura tóxica y la traspasó al papel para convertirlo en uno de sus mayores éxitos, “Blank Space”, cuya letra lleva la frase: “Tengo una larga lista de ex-amantes, te dirán que estoy loca, pero tengo un espacio en blanco y voy a escribir tu nombre”.

Además, aprovechó el momento y volcó todas sus polémicas al videoclip de la canción que era más bien una sátira de lo que la prensa mencionaba de ella con actitudes extravagantes, como por ejemplo golpeando un descapotable sin remordimiento alguno.

Sin embargo, esto no sería el único recurso que utilizaría para hacer sus canciones y volverlos éxitos.

La “republicana encubierta”

Uno de los temas que abarca el documental “Miss Americana” es la posición política de Taylor Swift. Considerando sus orígenes en el country, hasta 2018 nunca se involucró, siendo fiel a la imagen neutra que proclaman en general los artistas de este género.

Al no hablar públicamente, se le juzgó constantemente como una Republicana que daría su voto a Donald Trump, basándose en su silencio y en que era oriunda de Tennesse, uno de los bastiones políticos de Donald Trump, destacó El País.

Sin embargo, en 2018 la cantante rompió el silencio para comentar su postura política respecto de las elecciones legislativas que se dieron el 6 de noviembre de ese año.

La cantante utilizó su cuenta de Instagram, que en ese momento tenía 112 millones de seguidores, para indicar: “En el pasado, me he mostrado reacia a expresar públicamente mis opiniones políticas, pero debido a varios eventos en mi vida y en el mundo en los últimos dos años, me siento muy diferente al respecto”.

A su publicación la artista añadió: “Siempre he emitido y emitiré mi voto en función de qué candidato protegerá y luchará por los derechos humanos que creo que todos merecemos en este país. Creo en la lucha por los derechos LGTB+, y cualquier forma de discriminación basada en la orientación sexual o el género es INCORRECTA. Creo que el racismo sistémico que todavía vemos en este país hacia las personas de color es aterrador, repugnante y prevaleciente”.

Y luego, fue directamente contra la candidata republicana Marsha Blackburn, la empresaria que quería representar a Tennesse en el Senado. “Ella votó en contra de la igualdad salarial para las mujeres, Ella votó en contra de la reautorización de la Ley de Violencia contra la Mujer, que intenta proteger a las mujeres de la violencia doméstica, el acoso y la violación en citas. Ella cree que las empresas tienen derecho a rehusarse a atender a parejas homosexuales. Ella también cree que ellos (la comunidad homosexual) no deberían tener derecho a casarse”, sentenció.

El documental muestra a la artista aterrada por las declaraciones que emitió a través de su cuenta, en compañía de su madre y su publicista, denotando el nerviosismo en el equipo de Swift, a quien de inmediato le indicaron que el ex presidente de Estados Unidos iría contra ella, algo que en el momento declaró que no le importaba. Trump por su parte declaró que su música le gustaba un 25% menos.

La declaración la realizó a dos días de finalizar el proceso de inscripción a las elecciones, levantando los registros a tal nivel que sólo en esos dos días se inscribieron muchas más personas que en todo el mes de agosto.

Sin embargo, el “despegue de Swift” no logró lo que esperaba y Blackburn logró su puesto en el senado, siendo la primera mujer senadora de Tenesse.

Pese a esto, la joven ha continuado hablando de política y no dudó en comentar públicamente su posición en las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos, destacando que votaría por Joe Biden y su vicepresidenta Kamala Harris, aprovechando la ocasión para llamar a que los jóvenes se inscribieran y votaran en el proceso.

Los masters y una jugada maestra

Cuando recibió el premio Artista de la Década en los Américan Music Awards no dudó en repasar sus 10 años de carrera en el escenario con una performance que causara impacto.

Sin dejar el drama de lado, la artista subió al escenario con una camiseta blanca que llevaba escrito los nombres de sus primeros seis álbumes, con una tipografía muy en el estilo de ficha policial, casi como si sus obras fueran prisioneras, destacó Vanity Fair.

Y es exactamente eso lo que ocurría, puesto que el manager de estrellas como Justin Bieber y Ariana Grande, Scooter Braun, comprara el sello discográfico Big Machine Records, dirigido por Scott Borchetta y dueño de los masters de los primeros 6 discos de la cantante.

Esto implicó una batalla legal de la empresaria por adquirir sus masters, considerando que nunca los pudo comprar, además de acusar a Braun de acoso y manipulación al quedarse con su trabajo, amparándose en un contrato que ella firmó en su adolescencia.

Recordemos que los “masters” son las grabaciones originales de cada disco, a partir de los cuales se generan las copias para vinilos, cd’s o ediciones digitales, por lo que son de gran importancia, incluso cuando en este caso Taylor continúa manteniendo los derechos autorales y editoriales de esos discos.

El hecho implicó un amplio apoyo de sus colegas e incluso políticos que se alinearon con Swift en su batalla por recuperar el origen de su trabajo.

Sin embargo, tenía preparada una jugada maestra. Luego de editar dos discos durante 2020 (Folklore y Evermore), mientras vivía el periodo de cuarentena alejada de las luces y las apariciones públicas.

Considerando que expiraría la clausula de su contrato con Big Machine, que le impedía volver a grabar esas canciones, la cantante anunció que reeditará sus primeros 6 discos, una especie de venganza contra Braun.

Con la nueva obra, que irá con el detalle “versión de Taylor”, ella tomará el control total del material ya que tendrá los derechos fonográficos, así como los editoriales, quitándole al manager la oportunidad de seguir obteniendo dividendos con el trabajo de la cantante.

El pasado 12 de febrero la artista restrenó la canción “Love Story” a través de sus plataformas digitales y anunció en “Good Morning América”, uno de los programas matinales más importantes de la televisión estadounidense que el primer disco que reversionó será “Fearless”, que se lanzará el próximo 9 de abril.

De esta forma, la artista que lleva 4 años en una discreta relación con el actor Joe Alwyn, se encargará de volver a trabajar en función de que su propia música, aunque reversionada.

Así, con los todos los derechos, ella podrá negociar que su música sea parte de publicidad, televisión y otros formatos, con lo que se beneficiará directamente y el manager, Scooter Braun, no podrá obtener su tajada, ya que para las empresas siempre será mucho más facil licencia directamente con una sola contraparte.

Probablemente la canción que Taylor le dedicará a Braun será uno de sus mayores éxitos “Look what you made me do”, porque luego de todo el escándalo, es posible que el manager de Justin Bieber no saque nada de su ávara y egoista compra.