No hay dudas de que 2019 ha sido el año de Keanu Reeves. Pese a que lleva 35 años de carrera, el actor se convirtió en los últimos meses en la obsesión de las redes sociales y miles de personas firmaron una petición para que la revista Time lo nombrara como la persona del año.

Gran parte de su renovada fama se debe al estreno de John Wick 3: Parabellum; su cameo en la comedia romántica de Netflix Always Be My Maybe; su participación en la E3 y su siempre respetuosa forma de tratar con sus fans y los medios de comunicación.

Pero tras todo ese reconocimiento y cariño mundial, muchos creen que el actor siempre parece estar triste y melancólico. Y la verdad es que razones tiene…

Además de haber tenido una infancia difícil, Reeves vivió una trágica historia de amor con Jennifer Syme.

Jennifer Syme
Jennifer Syme

Jennifer y Keanu se conocieron en 1998, en una fiesta organizada para la banda del actor Dog Star. De hecho, fue la hermana menor del intérprete, Kim, quien los presentó formalmente.

En ese tiempo ella trabajaba como asistente personal del director David Lynch, mientras que él se encontraba en pleno rodaje de The Matrix.

El actor se enamoró de la independencia y determinación de la joven, que a pesar de ser bastante tímida se estaba creando su propio camino.

Paper Magazine
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La pareja congenió y al poco tiempo iniciaron una relación. Como era la tónica del actor, mantuvo el romance bajo perfil y muy pocas veces se les vio juntos.

Mientras tanto, la carrera de ambos siguió avanzando. Reeves se mantuvo concentrado en el rodaje de la película, mientras que ella tuvo una breve aparición en la cinta de Lynch, Lost Highway.

La tragedia los alcanzó en 1999 cuando Jennifer quedó embarazada. A los ocho meses de gestación, la actriz acudió a un ultrasonido que reveló que la bebé había muerto en el vientre. Por ello, los médicos debieron inducir el parto.

Keanu y Jennifer
Keanu y Jennifer

El 24 de diciembre, en vísperas de navidad, la actriz dio a luz a una niña a la que llamaron Ava Archer Syme-Reeves.

La bebé fue enterrada a los pocos días el cementerio católico Good Shepherd, en Los Angeles.

Durante el funeral los actores estuvieron acompañados por sus familiares y amigos, además de algunos paparazzi que llegaron al lugar. De hecho, aún siguen circulando desgarradoras imágenes donde se ve a Jennifer comprando ropa de bebé pocos días antes y otras donde se le ve con Reeves saliendo desolada del cementerio.

Jen y Keanu en el funeral de su hija
Jen y Keanu en el funeral de su hija

La muerte de Ava impactó fuerte en la vida de ambos, quienes no pudieron soportar el dolor ni sobreponerse juntos a su fallecimiento. A las pocas semanas decidieron terminar su relación, aunque prometieron seguir siendo amigos. El actor incluso ayudó financieramente a Syme.

Jennifer estaba desolada y desarrolló una profunda depresión que la llevó a las drogas y el alcohol. Pese a ello siguió trabajando, esta vez en como asistente personal de David Navarro, miembro de la banda Jane’s Addiction.

La mujer se volvió frecuente en las fiestas de famosos, especialmente en las de Marilyn Manson, a quien conoció gracias a su amistad con David Lynch.

Jennifer Syme
Jennifer Syme

La noche del 1 de abril de 2001, Jennifer fue a la casa de Manson para asistir a otra fiesta, donde permaneció hasta cerca del amanecer cuando fue llevada a su casa por otro invitado.

Sin embargo, decidió regresar a la celebración manejando su jeep por Cahuenga Boulevard, donde chocó contra tres autos estacionados y fue parcialmente eyectada desde el asiento del conductor. Syme fue declarada muerta en el lugar, alrededor de las 6:20 horas.

Jennifer, quien murió a los 28 años, fue enterrada junto a su hija en el mismo cementerio.

ABC
ABC

Investigaciones posteriores determinaron que ella no llevaba cinturón de seguridad y que había una gran cantidad de alcohol en el cuerpo de Jennifer al momento de su muerte. Además en el vehículo se encontró una sustancia blanca enrollada en billetes de dólares y medicamentos como anticonvulsivos y relajantes musculares.

Un vez más Keanu quedó destrozado por la pérdida de un ser querido. El actor llegó hasta el funeral de Jennifer e incluso ayudó a llevar su ataúd a la salida de la iglesia.

Keanu en el funeral de Jen
Keanu en el funeral de Jen

Tras la muerte de Jennifer, el sello de Manson envió un comunicado de prensa dando su versión de los hechos. “Después de que Jennifer fue enviada a casa a salvo con un conductor designado, más tarde se puso al volante de su propio automóvil por razones que solo ella conocía”, aseguró.

“Las palabras no pueden expresar el dolor que siento por la pérdida de la vida de Jennifer Syme”, continuó.

Un pena que no termina

Un año después de la muerte de Syme, su madre María Syme decidió denunciar a Marilyn Manson y acusarlo de proveer a su hija de drogas ilegales. También dijo que Manson había hecho que Jennnifer manejara el vehículo a pesar de saber que ella no estaba en condiciones de hacerlo.

El músico negó con vehemencia las acusaciones y finalmente la denuncia no llegó a buen puerto.

Durante años Keanu Reeves se negó a hablar de la muerte de su hija y Jennifer, pero en 2005 se refirió brevemente al tema y reconoció que algo cambió en él y que nunca más sería el mismo.

“La pena cambia de forma, pero nunca termina”, dijo a la revista Parade. “La gente tiene la idea equivocada de que puedes lidiar con eso y decir: ‘Se ha ido y estoy mejor’. Están equivocados”, aseguró.

“Cuando las personas que amas se han ido, estás solo. Extraño ser parte de sus vidas y ellas ser parte de la mía. Me pregunto cómo sería el presente si estuvieran aquí, lo que podríamos haber hecho juntos. Extraño todas las grandes cosas que nunca serán”, explicó.

“Gran parte de mi apreciación de la vida ha llegado a través de la pérdida… La vida es preciosa. Vale la pena”, finalizó.

Reeves volvió a tocar el tema hace algunos meses cuando le preguntaron qué creía que pasaba tras la muerte. “Sé que quienes nos aman nos extrañarán”, sentenció sacando aplausos de la audiencia.