Fue en abril de 1997 cuando la revista Time sacó en portada a Ellen DeGeneres con una declaración que causaría estragos en su vida, pero que también la transformaría en una de las comediantes americanas más conocidas a nivel mundial y una figura única en Hollywood.

La artista, que recientemente declaró que durante toda su vida se consideró una persona extremadamente débil y temerosa de todo, ha conocido el éxito en su máxima expresión, pero también la dureza de una industria que no era capaz de abrirse a lo diferente.

Ellen - ABC
Ellen – ABC

Fue en su propia serie de televisión Ellen, donde la comediante “salió del clóset”, marcando un momento clave en el espectáculo americano. 44 millones de personas sintonizaron la serie para ver una confesión, nunca antes vista hasta ese momento.

La presentadora es hoy una de las figuras más creíbles del espectáculo americano, ocupando el cuarto lugar de las mujeres en la lista de las personas más admiradas, según la firma Gallup, así al menos lo destacó la revista Vanity Fair. Un logro que consiguió tras recorrer un camino largo y vertiginoso, con un éxito que también ha podido retribuir a su público.

Buscando a la real Ellen

De acuerdo a la misma revista, cuando el equipo de Ellen planteó a los ejecutivos de ABC (cadena de televisión que emitía el programa) que el personaje asumiera públicamente su homosexualidad, la respuesta fue un rotundo no, manifestando que mejor se comprara un cachorro, antes de realizar esta declaración.

Sin embargo, en mayo de 1996, el productor decidió que llevaría a cabo sus planes. Paralelamente, la actriz respondió sin ningún problema que su personaje durante cuatro temporadas nunca se acostó con un hombre, porque sólo lo habría hecho si hubiese aparecido alguno lo suficientemente femenino.

Pero fue en abril de 1997 cuando Degeneres fue la portada de la Revista Time con tres palabras en su cubierta: “Yep, soy gay”.

En la misma publicación, también entregó una extensa declaración en la que confesaba lo difícil que fue lidiar con su orientación sexual, indicando que odiaba la palabra “lesbiana”.

“Lo he dicho lo suficiente como para que ya no me moleste, pero ‘lesbiana’ me sonaba a alguien con algún tipo de enfermedad” mencionó en la revista americana.

Tal como consigna el diario español El País, posterior a esta portada y una serie de dichos por parte de conservadores americanos, que incluso llegaron a llamarla “Ellen Degenerada”, haciendo un juego de palabras con su apellido, la actriz se preparó para que su personaje también reconociera su verdad, en un capítulo doble de la serie.

Previo a esa emisión, Degeneres recurrió a una amiga: Oprah Winfrey. La animadora la recibió y entregó apoyo emocional en su programa, pero también realizó un cameo en la serie siendo ella la primera persona que escuchaba de parte de Ellen la confesión de su orientación sexual, para luego decirlo abiertamente.

Pese al histórico momento y el cariño que recibió la artista, su sitcom sólo duró una temporada más, en medio de amenazas de bomba a la cadena ABC por haberlo transmitido y a todos quienes le apoyaron en ese momento.

La comediante confesó en el programa No necesitan presentación con David Letterman, que estuvo sola y casi sin dinero por tres años. Eso hasta que Andrew Stanton, quien escribió y dirigió Buscando a Nemo, encontró en ella a Dory, el personaje de la película que tenía memoria a corto plazo y que calzaba perfecto con la personalidad de la actriz.

Aunque ya no tenía la sitcom, sí un carisma único que la llevó a ser una de las protagonistas del éxito infantil, ganando el dinero necesario para mantenerse y un futuro por delante que se veía mucho mejor.

Una personalidad americana

Ya era una figura norteamericana, pero fue en la década del 2000 cuando comenzó a consolidarse como una de las personas más influyentes del espectáculo.

En el 2001 tuvo la difícil misión de ser la anfitriona de la ceremonia del Emmy Awards, justo en un complejo momento para los estadounidenses, ya que fue la primera ceremonia masiva que se realizó posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre.

Posterior a esto, lanzó su talk-show, “Ellen DeGeneres Show”, un programa al que van las celebridades más importantes del espectáculo, donde el humor es protagonista durante todo el programa, ya que DeGeneres tiene la capacidad de reírse de sí misma, pero también de invitar a su entorno a realizarlo.

Este programa ha sido uno de los responsables de la conexión que ha logrado con el público, mostrando parte de su vida privada, como por ejemplo su matrimonio con Portia de Rossi, la actriz australiana que la acompaña hace 15 años; la emoción de recibir a su madre como invitada y la alegría que regalar un millón de dólares a una familia.

Además, ha sido presentadora de los premios Óscar en dos ocasiones, aunque destacó en su monólogo inicial que habían pasado muchos años entre una y otra, sin embargo, los nominados eran los mismos.

Fue en la segunda ceremonia, cuando la comediante hizo gala de su humor y logró colapsar Twitter con la selfie más retuiteada de la historia hasta ese momento, una foto en la que aparece lo mejor del espectáculo hollywoodense de esos años.

La cómica ha cosechado éxitos siendo el rostro visible de un mundo que puede ser más abierto, lo que fue destacado también por el presidente Barack Obama, quien le entregó en 2016 la “Medalla de la Libertad”, el reconocimiento más importante que reciben los ciudadanos civiles de Estados Unidos.

El expresidente Obama destacó en esa oportunidad lo fácil que es en este momento (2016) hablar de matrimonio igualitario, sin embargo, no había que olvidar la valentía que tuvo DeGeneres al haber hecho pública su orientación sexual casi 20 años antes, cuando las cosas eran muy diferentes.

Si bien, la presentadora nunca se ha calificado como una activista de la comunidad LGBT, esta acción resultó importante para ellos y los americanos en general, porque como añadió Obama “ver a alguien tan llena de bondad y de luz, alguien que nos caía tan bien, que podía ser nuestra vecina, colega o hermana desafiar los límites de la sociedad y demostrarnos que tenemos más en común de lo que pensamos” es un empujón para que el país vaya en dirección a la justicia, consignó People.

Ellen junto a Letterman

Ellen DeGeneres protagonizó uno de los capítulos de la segunda temporada de “No necesitan presentación con David Letterman”, momento en el que realizó revelaciones que sorprendieron tanto al presentador como el público expectante.

Declaró que realizó una gira con su show de comedia The Begginning con el objetivo relanzar su carrera luego de dar a conocer su orientación sexual, sin embargo, su público era en un 90% lesbianas.

La comediante mencionó que lo realizó para liberar su alma, sin embargo, se le asoció con una especie de gira gay, por lo que le costó volver a captar a su público heterosexual, ya que su humor no era exclusivo para el público gay, por lo también recibió ataques.

También mencionó lo importante que es para la audiencia ver que hay personas exitosas como ella u otros, gays o lesbianas, ya que es un indicativo de que las personas ya no van a vivir marginadas o una vida deprimente, por lo que más chicos podrían confesar su realidad.

Pero lo más polémico de sus declaraciones fue la revelación del infierno que habría vivido junto a su padrastro, declarando que éste habría abusado de ella en su juventud utilizando como excusa el cáncer que padecía su madre.

En un sentido relato, la actriz mencionó detalles de la situación, como que su madre no le creyó y se mantuvo 18 años más con su pareja, así como que su opción de contarlo públicamente es para que a otras personas no les ocurra, pero también para que haya una conciencia sobre creer en las víctimas.

The Ellen Show por 3 años más

La actriz confirmó en mayo pasado que su programa durará al menos tres años más, esto ante los rumores que hablaban sobre su salida del show.

Con una declaración que alertó a los fanáticos de la actriz, DeGeneres confirmó que con el programa había tenido una relación amorosa, con momentos buenos y malos. También una etapa de 50 sombras de grey y que había sido muy divertido, agregando que “16 años había sido una buena carrera, pero a veces hay que hacer un quiebre”.

Tras mencionar esto, la actriz confirmó felizmente, que ella no necesitaba un quiebre, por lo que firmó un contrato que la tendría tres años más en el show que calificó como su segunda oportunidad en la vida.

Ellen señaló que nunca imaginó lo que generaría, indicando que ha recibido cartas de personas a las que ha acompañado en su quimioterapia o que ha inspirado a algunos de sus invitados, e incluso que personas volvían a reír luego de mucho tiempo al verla, situaciones que la motivaban a continuar con el show.