El palacio de Buckingham es, probablemente, uno de los lugares más seguros del mundo ya que es el hogar de la reina Isabel II, la monarca que más tiempo ha estado a la cabeza del Reino Unido. Sin embargo, los fallos en la seguridad han sido varios y las consecuencias han causado revuelo.

En 2003 se cometió un error al contratar a un nuevo mayordomo, porque en realidad se trataba de un un reportero encubierto del Daily Mirror, cuyo objetivo era descubrir los secretos de la familia real, consignó El País.

Sin embargo, uno de los mayores errores de seguridad involucró a un joven irlandés que ingresó al palacio y tuvo el placer de conversar con Su Majestad, aunque los 10 minutos de charla causaron revuelo en Reino Unido y más de un dolor de cabeza a la icónica Margaret Thatcher.

Un intruso llegó a la alcoba de la Reina

Era pleno verano de 1982 y Michael Fagan, un irlandés de 31 años, protagonizó la que es considerada la mayor violación de la seguridad real del siglo XX.

Michael Fagan Photograph: PA NEWS | The Guardian
Michael Fagan Photograph: PA NEWS | The Guardian

Esto, porque Fagan escaló la pared del palacio de Buckingham y logró vencer todas las medidas de seguridad que custodiaban a la reina para ingresar a su dormitorio y sostener una apacible conversación de, aproximadamente, 10 minutos, según Daily Mirror. El problema extra fue que no lo hizo sólo una vez, sino que fueron dos las ocasiones en que logró inmiscuirse en el palacio.

Pero, ¿cómo un hombre común, desempleado y con algunos problemas personales logró semejante hazaña?

De acuerdo a The Guardian, Michael, en un primer ingreso a Buckinham, trepó el muro descalzo, sin afeitar, en jeans y polera con la excusa de “ver a la reina”, ya que quería saber quién era y sólo ella se lo podría revelar.

Añadió que se dirigió al tercer piso del palacio, donde se encontró con una de las sirvientas, Sarah Carter, a quien no le incomodó su presencia mientras estaba sentada leyendo, por lo que Fagan cruzó la habitación y continuó su recorrido por el lugar.

Pasó por el dormitorio de Mark Phillips, el marido de la princesa Ana, sin embargo, decidió no molestar ya que pensó que probablemente estarían durmiendo, por lo que continuó con su turístico paseo.

Royal Collection Trust / © Her Majesty Queen Elizabeth II 2019
Royal Collection Trust / © Her Majesty Queen Elizabeth II 2019

También pasó por la habitación 108, donde se guardaban los regalos que el público entregaba a Diana, la Princesa de Gales, que en esos años estaba embarazada de William, su primer hijo.

Fue en ese lugar donde, luego de revolver unos papeles, encontró una botella de vino y se sentó a beber mientras esperaba ser capturado, conciente de lo que estaba realizando. Sin embargo, nadie vino en su búsqueda, por lo que decidió irse a casa.

Pero, no contento con esta visita al palacio real, cuatro semanas después, el 9 de julio de 1982, usó la misma técnica e ingresó nuevamente al palacio, aunque estaba vez había bebido al menos 10 vasos de whisky y fue un poco más allá.

Acorde a lo que mencionó ABC, el hombre de 31 años avanzó por el palacio y se sentó sobre la cama de la reina Isabell II con un aspecto desaliñado y con una herida en la mano.

Isabel se alarmó, pero controló la situación y pudo sostener una conversación de 10 minutos junto a este hombre, mientras intentaba avisar a su personal de seguridad.

Según El País, Su Majestad conversó con el visitante hasta que este le solicitó un cigarrillo, a lo que la Reina le indicó que no tenía, pero que podía ir a buscar a la habitación de al lado, momento que aprovechó para dar aviso a su guardia, quien de inmediato redujo a Michael.

El objetivo de Fagan era conversar con la reina y contarle sus problemas, ya que ambos tenían 4 hijos y esta sería la mejor forma de encontrar una solución, ya que compartían esta característica.

En su deambular se encontró con una sala con una antigua colección de sellos del Rey Jorge V con un valor de 20 millones de dólares, sin embargo, no prestó atención a la millonaria exposición, ya que su objetivo real era solucionar sus problemas con el apoyo de Isabel.

La botella de vino y un cover de Sex Pistols

Luego de ser arrestado, Fagan fue a juicio, sin embargo, no por su atrevimiento de despertar a la Reina, sino que por el robo de media botella de vino blanco, que había tomado mientras disfrutaba de unos bocadillos en su primer ingreso al palacio.

Además de esta acusación, se consideraron dos cargos extra, el robo de un auto en Londres y la agresión a su hijastro.

Tras comparecer en las salas de Old Bailey, un tribunal criminal, fue absuelto, ya que se estableció que no había actuado de manera deshonesta, destacó The Guardian.

El hecho de que sólo fuera acusado por el robo de la botella de vino, respondía a que no hubo pruebas de que el sujeto intentara cometer algún delito y de haber uno, implicaba que fuera allanamiento de morada.

Esto pudo constituir un hecho sin precedentes y que representaba problemas jurídicos, ya que la Reina habría tenido que declarar, sin embargo, es ella quien preside simbólicamente el Poder Judicial.

Pese a todo esto, tiempo después Fagan tuvo su oportunidad de manifestar su relación con la reina a través de una canción. Se unió a la banda The Bollock Brothers para grabar “God Save The Queen”, un cover de la popular canción de Sex Pistols.

Las consecuencias

Este incidente reveló graves falencias, lo que llevó a una revisión de las medidas de seguridad del lugar, las que se consideraban muy relajadas en ese momento, comentaba El País.

Además, producto de las investigaciones que se llevaron a cabo en Buckinham, que incluyó una inspección al personal de seguridad, Michael Trestrail -comandante responsable de la seguridad de la reina fuera del palacio- dimitió de su cargo, pero no por el caso Michael Fagan.

Trestrail, quien también fue policía personal del duque de Edimburgo, mantuvo una relación con un prostituto por varios años, quien en medio de las investigaciones por el caso Fagan se comunicó con un periódico para revelar su situación.

Además, Margaret Thatcher, la dama de hierro de Reino Unido que oficiaba como Primera Ministra, tuvo que dar explicaciones manifestando que estaba “profundamente preocupada” por el hecho, lo que se sumó a las palabras de su ministro del Interior, William Whitelaw, quien tuvo que intervenir en la Cámara de los comunes para dar a conocer los motivos de la grave violación a la seguridad de la familia real, aludiendo a errores técnicos y humanos.

Agence France-Presse
Agence France-Presse

De igual forma Thatcher se reunió con Isabel II para manifestar su preocupación y pedir disculpas por la precaria seguridad que le habían brindado a la familia real, ordenando de inmediato que esto no volviera a ocurrir.