La semana pasada, el presidente de Estados Unidos Donald Trump visitó Inglaterra, donde se reunió con la reina Isabel II en el castillo de Windsor.

El mandatario arribó al lugar junto a su esposa Melania y 10 minutos más tarde de lo presupuestado, una falta inaceptable para el protocolo y la monarca que lo esperaba en el lugar.

A diferencia de las visitas anteriores que tuvieron Barack y Michelle Obama, Trump sólo fue recibido por la Reina, y no se reunió con ningún otro miembro de la familia real.

  Steve Parsons | Agence France - Presse
Steve Parsons | Agence France – Presse

De inmediato comenzaron las especulaciones, e incluso una fuente aseguró a diversos medios que tanto el príncipe Carlos como el príncipe William (segundo y tercero en línea al Trono) se rehusaron a reunirse con el mandatario.

Esto fue desmentido por el Palacio de Buckingham en un comunicado enviado a la revista People.

“En línea con la práctica estándar para las visitas gubernamentales, el Presidente fue recibido por la Reina como Jefe de Estado“, afirmaron.

“Los arreglos fueron mutuamente acordados entre el Palacio y los gobiernos de EE.UU. y Reino Unido. Nunca hubo una sugerencia de que otros miembros de la familia real participaran”, sentenció.

   Steve Parsons | Agence France - Presse
Steve Parsons | Agence France – Presse

Recordemos que en 2016, Kate Middleton y los príncipes William y Harry, ofrecieron una cena privada para los Obama en su visita, donde incluso Harry saludó con besos a la ex Primera Dama.

En dicho encuentro, el exmandatario y su esposa también pudieron conocer al pequeño príncipe George. El niño de entonces dos años, apareció en pijama para saludar a Barack y Michelle, y jugar con el caballo de madera que ellos le regalaron al nacer.

En contraposición, Trump fue recibido por cientos de protestantes que rechazaban su visita al país y gritaban que no era bienvenido.

  Agence France - Presse
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