Kate Middleton reapareció oficialmente en público en el matrimonio de su cuñado, el Príncipe Harry, a casi un mes de haber dado a luz.
Por supuesto, se robó las miradas y se convirtió en una de las mejores vestidas con un abrigo de Alexander McQueen en tono pastel y un sombrero diseñado por Philip Treacy.
Lo curioso de este look, es que resulta bastante familiar. De hecho, Kate no sólo lo ha llevado una vez, sino que en tres oportunidades diferentes.
La primera vez fue en el bautizo de la princesa Charlotte en 2015, aunque en aquella oportunidad llevó un sombrero diferente y más pequeño.
La segunda vez fue en la celebración del cumpleaños de la reina Isabel II, en 2016. En la ceremonia llamada Trooping the Colour (Desfile del estandarte), donde toda la familia real sale al balcón del palacio de Buckingham, la duquesa de Cambridge combinó el abrigo con un sombrero levemente diferente.
La tercera ocasión en la que también llevó el atuendo, fue el año pasado en Bélgica, durante la conmemoración de los 100 años de la batalla de Ypres o batalla de Passchendaele ( ocurrida en la Primera Guerra Mundial, donde el ejército británico y sus aliados se enfrentaron al Imperio alemán).
De esta forma, se intenta acercar la monarquía al pueblo, haciendo un guiño que no siempre necesitan ostentar con su apariencia.
