El domingo en la noche, las redes sociales quedaron devastadas tras el anunció de la separación de una de las parejas más estables y queridas de Hollywood.

Tras 8 años de matrimonio, y un hermoso hijo juntos, los actores Anna Faris y Chris Pratt dieron a conocer que quiebre sentimental.

“Anna y yo estamos tristes de anunciar que estamos separándonos legalmente. Hemos intentado durante mucho tiempo, y estamos muy decepcionados. Nuestro hijo tiene dos padres que lo aman mucho y por su bien queremos mantener esta situación tan privada como sea posible”, se lee en su fanpage oficial en Facebook del actor.

Por supuesto, los rumores surgieron de inmediato y muchos comenzaron a señalar que Jennifer Lawrence, excompañera de elenco de Pratt, era culpable de la ruptura, lo que fue desmentido inmediatamente por los cercanos a la pareja.

AFP
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El portal TMZ habló con amigos de Pratt y Faris, quienes aseguraron que los problemas iban por otro lado.

“Anna quería una familia tradicional, que estuviera junta la mayor parte del tiempo. Ella quería establecerse en Los Angeles, y tener más hijos”, señaló una de las fuentes del medio, quien agregó que el intérprete estaba en un momento de su vida muy diferente al de su exesposa.

“Cuando se casó con Anna en 2009, ella era mucho más exitosa que él. Él ahora está en el escalón más alto de la cadena alimenticia Hollywood, y con eso llegan oportunidades que lo llevan a viajar por todo el mundo, grabando películas que lo alejan de casa por meses”, afirmó.

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“No puede maniobrar una familia creciendo con su carrera. No puede estar acorralado en un lugar, aunque sea L.A., porque no es la forma en la que la industria del cine funciona”, explicó otro amigo de la pareja.

Finalmente, los únicos que conocen las reales razones del quiebre son ellos, por lo que tendrán que pasar muchos años antes que el público pueda conocerlas.