Ahorrar, invertir, controlar tus gastos o incluso el conocido como "Efecto Avestruz". En esta nota encontrarás lo básico para comenzar a aprender sobre el manejo de la plata y adentrarte en el mundo de la educación financiera.

Durante octubre se celebra el Mes de la Educación Financiera, donde diversas instituciones -tanto públicas como privadas- realizan actividades con el objetivo de informar a la ciudadanía sobre la importancia del manejo del dinero, las finanzas personales y el comprender cómo funciona el sistema financiero en general.

El ahorro, inversión, las diferencias entre una cuenta vista y una tarjeta de crédito, o las innumerables planillas para manejar los ingresos y gastos, son otros de los temas recurrentes durante el mes si es que hablamos de economía a un nivel personal.

En BioBioChile hemos cubierto en varias ocasiones estos tópicos y más por lo que, aprovechando la ocasión, revisaremos algunos de los aspectos más importantes para adentrarse en el mundo de la educación financiera.

Comprender la importancia del ahorro e inversión

¿Es lo mismo ahorrar que invertir? No, son dos aspectos diferentes, pero íntimamente relacionados el uno con el otro.

El primero trata sobre apartar dinero, ya sea debajo de la cama, en una alcancía, o en una cuenta bancaria especialmente destinada para ello. Esto con el objetivo de alcanzar ciertas metas como comprar un auto, casa, vacaciones, etc.

Nattanan Kanchanaprat | Pixabay

Invertir se refiere a la adquisición de herramientas o bienes que, con el pasar del tiempo, produzcan rendimientos y aumenten el patrimonio del inversor.

Aquí es donde relucen los fondos mutuos, los depósitos a plazo, ETF, y las reconocidas “acciones”.

Reglas de ahorro

Ahora bien, antes de acceder al extenso (y quizás abrumador) mundo de las inversiones, lo mejor es entrar a formar hábitos de ahorro. Uno de estos puede ser la conocida regla del 50-30-20.

De esta manera podemos primero armar un “colchón” de dinero que nos permita afrontar situaciones difíciles, como la pérdida de un trabajo. Luego, se puede pasar a aumentar nuestros objetivos y destinar parte de ese ahorro a instrumentos de inversión.

Lo anterior debe pensarse siempre según nuestro perfil de inversionista, ya sea arriesgado, moderado o conservador.

¿Tienes deudas con tarjetas? ¡Primero hay que librarse de eso!

Ahora bien, se tiene que considerar que, antes de entrar a invertir, debemos librarnos de las deudas previas que se posea.

Un crédito de consumo, automotriz o unas cuotas de tarjeta de crédito que nunca desaparecen, el primer objetivo para una persona envuelta en deudas, es específicamente deshacerse de esa carga lo más pronto posible.

pareja revisando un notebook y una tarjeta
Debemos cuidar el uso de nuestras tarjetas | Thirdman | Pexels

Pagar el total mensual (o el total de la deuda si es posible) y olvidarse de cancelar el mínimo son uno de los consejos. También cuenta definir el límite de gastos y evitar pagar los gastos comunes con crédito. Estos son el agua, luz, arriendo o hipoteca, internet, etc.

Las finanzas de pareja también pueden ser un dolor de cabeza

Dentro de las relaciones de pareja hay un montón de aspectos a tener en cuenta. Uno de ellos son las finanzas.

Para esto los expertos recomiendan, por una parte, ser honestos en cuanto a la manera que cada uno considera óptima respecto al manejo de dinero, además de sincerar los objetivos financieros personales, de manera que se pueda llegar a una situación donde ambas partes se sientan satisfechas.

A esto se le puede añadir la división de los gastos. Ojo, que no necesariamente debe ser un 50/50, sino que se puede ir adaptando en base a los ingresos que perciben de forma individual.

Recordemos que la carga financiera para una persona que gana $1.500.000 no es la misma para alguien que recibe $650 mil.

Bonus: el “Efecto Avestruz”

¿Recuerdas alguna vez que no has afrontado el hecho de que compras y compras cosas caras, sin fijarte en tu cuenta del banco? ¿evitas hablar de tus finanzas personales?

Si se está en presencia de estos comportamientos puede que sufras del denominado “Efecto Avestruz”, que toma su nombre basado en la errónea creencia de que estas aves esconden su cabeza en la tierra para no enfrentar sus problemas.

Lo anterior puede traer una serie de problemas, dado que no se tiene un control sobre los gastos, se toman malas decisiones y se puede caer en un efecto bola de nieve, generando una deuda difícil de controlar.

Para superar esto, es necesario reconocer que se sufre del mismo y reconocer los momentos en donde se evita tomar decisiones basadas en las emociones y no la razón. De esta forma se puede actuar a tiempo y realizar compras y gastos de forma ordenada, responsable y feliz.