Este segundo incremento mensual consecutivo del IPC estadounidense reafirma las proyecciones del mercado, donde estiman que la Reserva Federal mantendrá las tasas de interés en su próxima reunión.

Después de amenazar con llegar a los $900, el dólar mostró una variación negativa durante la jornada, situándose al cierre de la jornada en los $881,62, alejándose de los máximos del año.

Este miércoles, la atención se concentró en el dato de inflación en Estados Unidos, a una semana de la reunión de la Reserva Federal, donde decidirán si subir o mantener las tasas de interés.

Así, la cifra de inflación interanual de Estados Unidos aceleró su subida al 3,7%, mientras que la variable subyacente, que excluye los precios más volátiles, se situó en el 4,3%, cuatro décimas menos menos que en julio.

Precio del dólar y tasa de interés estadounidense

Según el analista de mercados de XTB Latam, Ignacio Mieres, “al enfocarnos en el dato subyacente (que recibe una atención especial por parte de los miembros de la Reserva Federal), observamos que el dato anual muestra una disminución, mientras que el dato mensual refleja presiones inflacionarias”.

“Esta combinación de factores mixtos ha mantenido las expectativas en torno a las tasas de interés. En otras palabras, el mercado mantiene la creencia de que la Reserva Federal no aumentará las tasas de interés y las mantendrá en su nivel actual hasta junio de 2024″, añadió Mieres.

Así también lo proyectan el economista de Econsult, Arturo Claro, y su par de Libertad y Desarrollo, Soledad Monge. Esta última explica que, de esta forma, se “daría un respiro al dólar”.

Aunque esta mañana, el dólar creció levemente y se acercaba a los $900, tras interiorizar los resultados inflacionarios estadounidense, el precio bajó.

La académica de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, Michèle Labbé, proyectó que el precio del dólar debería encontrarse cerca de los $850 en el corto plazo.

Respecto a esto, también es importante analizar el papel de otros factores, como el alto precio del barril de petróleo, y las dudas persistentes sobre la economía china y el desempeño del sector inmobiliario del país asiático.