La decisión se enmarca en una ley impulsada por la administración Biden, por medio de la cual buscan aumentar la producción de semiconductores en el país y así depender menos de las factorías ubicadas en Asia.

El gobierno de Estados Unidos ha llegado a un acuerdo preliminar con el fabricante de chips Intel para proporcionarle hasta US$8.500 millones en financiación directa, junto con US$11.000 millones en préstamos, según un comunicado de la Casa Blanca.

La medida de mayor calado en un sector dominado por los países asiáticos y la pujanza de China se produce al amparo de la “Ley de Ciencia y Chips”, tiene como objetivo respaldar la producción local de semiconductores y prevé la creación de hasta 30.000 puestos de trabajo en diversas factorías de la empresa y el respaldo a “decenas de miles de empleos indirectos”, según el comunicado.

La iniciativa será anunciada este miércoles por el presidente estadounidense, Joe Biden, en una visita al campus de Intel en Ocotillo (Arizona).

EEUU sigue fortaleciendo su ecosistema de procesadores

La “Ley de Ciencia y Chips”, anunciada por el Gobierno de Estados Unidos en febrero de 2022, es un programa que busca fortalecer la investigación y fabricación de semiconductores en el país, con una dotación de US$50.000 millones de financiación directa y préstamos para impulsar el sector.

Según la Casa Blanca, durante su visita a Arizona, el presidente Biden subrayará su idea de “fortalecer las cadenas de suministro estadounidenses y proteger la seguridad nacional” con proyectos como este, ya que Estados Unidos produce en la actualidad menos del 10% de los chips que se fabrican en todo el mundo, un sector que es clave para el ejército y la economía estadounidenses.

Al amparo de esta ley, las empresas han anunciado inversiones por más de US$240.000 millones para devolver la fabricación de semiconductores a Estados Unidos desde que el presidente Biden asumió el cargo.

El objetivo de Estados Unidos es alcanzar el objetivo de producir el 20% de los chips mundiales antes de que acabe la década, según ha dicho la secretaria de Comercio Gina Raimondo.

También se espera que Intel reclame créditos fiscales federales que podrían cubrir el 25 por ciento de los gastos de sus proyectos de expansión en Estados Unidos, que se espera cuesten más de US$100 mil millones en cinco años.

Las ventas mundiales de semiconductores se aproximaron a los US$600 mil millones y se prevé que el sector vuelva a expandirse en 2024.

Según la Casa Blanca, desde que el presidente Biden asumió el cargo, las empresas han anunciado más de 675.000 millones de dólares en inversiones del sector privado en tecnología y en el sector de la energía limpia.