125 años de rencillas entre Peugeot y Renault nunca habían sabido tan amargas como bajo la tuición de Carlos Tavares, un CEO con un interés personal en desacreditar los pasos de la firma gala, cuyo 15% es propiedad del Estado francés. ¿De dónde proviene este odio?...

Aunque las descalificaciones de Carlos Tavares hacia Renault no son desconocidas para los seguidores del devenir automotriz, esta vez parece haber cruzado una línea.

El CEO del grupo Stellantis, el segundo mayor fabricante de vehículos del mundo bajo el cual se agrupan marcas como Peugeot, Fiat, Citroën, Jeep, Dodge o RAM, concedió a Bloomberg una entrevista exclusiva, donde critica abiertamente la estrategia seguida por su rival francés, asegurando que va “camino al desastre”.

Las declaraciones de Tavares llegan luego de la frustrada salida a bolsa de Ampere, la unidad de vehículos eléctricos (EV) de Renault, así como su acercamiento a fabricantes chinos para su unidad de vehículos híbridos conocida como Horse.

Según el portugués, Renault carece de la capacidad para sobrevivir en el competitivo mercado de los autos eléctricos, indicando que no es rival para su grupo, la estadounidense Tesla, o para la gigante china BYD.

Más aún, Tavares aseguró que la competencia por producir EVs de bajo costo se volverá “un baño de sangre”, lo cual significará una posibilidad de que Stellantis capitalice sobre la “debilidad” de Renault.

“Mi trabajo es tener los ojos abiertos. Mi trabajo es entender cómo la industria va a sobrevivir a esta transición (los autos eléctricos). Mi trabajo es hacer que mi compañía sea una de las ganadoras. Y si somos uno de los ganadores, por supuesto habrá oportunidades”, sentenció sobre la desvalida firma francesa.

Renault: saliendo del infierno

La firma fundada por Louis Renault cumplirá 126 años navegando por aguas turbulentas. Transcurrido apenas un año y medio de la pandemia, su CEO Luca de Meo aseguró que habían “regresado del infierno” luego de que el Estado francés -propietario del 15% de sus acciones- aprobara un préstamo de 5 mil millones de euros.

Poco después, el directivo italiano creó las divisiones eléctrica (Ampere) e híbrida (Horse), algo que Tavares también criticó.

“No habría seguido la misma estrategia. Nosotros somos un solo Stellantis. No administramos esta empresa pensando en ViejaCompañía-NuevaCompañía, sino en UnaCompañía“, refrendó.

Para Renault en tanto, la presencia del Estado francés entre sus propietarios es tanto un salvavidas como un lastre. Su interés por proteger los puestos de trabajo que la empresa mantiene en Francia le llevaron a objetar una posible fusión con Nissan en 2018, así como un intento de fusionarse con Fiat Chrysler, antes de que esta pasara a formar parte de Stellantis.

Incluso las tibias conversaciones de Renault con Volkswagen para abordar de forma conjunta los desafíos del mercado de la movilidad eléctrica se han visto obstruidas, y de paso gatillaron también el comentario socarrón de Tavares.

“Una alianza entre Renault y Volkswagen sería también el punto donde comienza de la dependencia de Renault de Volkswagen”, afirmó.

Carlos Tavares y Renault: algo personal

La obsesión de Tavares por cada movimiento que da Renault podría entenderse como algo personal y, en efecto, lo es.

El portugués trabajó en Renault gran parte de su vida, desde que llegó en 1981 con sólo 23 años como ingeniero piloto de pruebas. Desde allí fue ascendiendo hasta convertirse en el número dos de la empresa, bajo el mando del actualmente prófugo de la justicia por corrupción y fraude, Carlos Ghosn.

Ambos colaboraron codo a codo declarando incluso “tener mucho en común”, hasta que en 2013, Tavares reconoció públicamente aspirar a quedarse con el cargo de CEO que Ghosn ostentaba. Sintiéndose personalmente insultado, el brasileño exigió a su subalterno que se disculpara por sus dichos, ante lo que este respondió renunciando y uniéndose a Peugeot como CEO.

Tras asumir como CEO de Stellantis, Tavares no ha perdido oportunidad de perjudicar a su antiguo empleador. De hecho, ha sacado de la firma gala a varios altos ejecutivos para ponerlos al mando de marcas de su grupo, como a Florian Huettl a la cabeza de Opel, Thierry Koskas de Citroën, o a Uwe Hochgeschurtz a cargo de supervisar las operaciones europeas.

Incluso, Tavares se ha encargado de entregar sus resultados financieros el mismo día de Renault para opacarlos. Así ocurrió el pasado 15 de febrero, fecha que la francesa había anunciado en su sitio web con cuatro meses de antelación. Por su parte, Stellantis indicó a fines de enero que lo harían exactamente el mismo día.

Pero quizá el mayor indicio del encono del portugués, se hizo notar cuando el ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire, sugirió que Renault invertía más en su país que Stellantis.

“Permítanme poner algo de cordura a esa afirmación. Nosotros tenemos un volumen de negocios 4 veces mayor que Renault, y una rentabilidad 12 veces mayor. Respeto a Renault, pero no estamos en la misma liga”, afirmó con una leve sonrisa mientras hablaba con periodistas durante el último Motor Show de París.