Entre la serie de medidas que comunicó el Ejecutivo británico, se detalló que aumentarán las ayudas para la vivienda para la población menos adinerada, lo que implicará unas 800 libras anuales adicionales (920 euros) para 1,6 millones de personas.

El Gobierno británico informó este miércoles su plan fiscal para los próximos meses, que incluye una bajada de dos puntos, al 10%, de la cotización social, una subida de las pensiones en un 8,5% y un incremento del principal subsidio social, el Crédito Universal, en 6,7%.

En una declaración ante el Parlamento, el ministro de Economía, Jeremy Hunt, detalló su estrategia en la llamada Declaración de Otoño, marcada por una rebaja generalizada de gravámenes a ciudadanos y empresas, antes de la celebración en 2024 de las próximas elecciones generales.

Sin embargo, como se apresuró a denunciar la oposición y confirmó el propio organismo que supervisa las cuentas públicas, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), el conjunto de la presión fiscal en el país subirá aún más, pues no se elevan los tramos del impuesto sobre la renta ante la subida generalizada de los salarios.

Según Hunt, la rebaja de la contribución de los trabajadores al llamado Seguro Nacional (seguridad social) entrará en vigor a partir de enero y afectará a 27 millones de personas que cobran sueldos de hasta 50.270 libras (57.750 euros), que se ahorrarán una media de 450 libras (516 euros) al año.

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El Ejecutivo también anulará la cotización a la seguridad social para los autónomos, según Hunt, que subirá las pensiones a partir del próximo abril en un 8,5% y que también elevará el principal subsidio social, el Crédito Universal, en 6,7%.

Además, se aumentarán las ayudas para la vivienda para la población menos adinerada, lo que implicará unas 800 libras anuales adicionales (920 euros) para 1,6 millones de personas.

Al mismo tiempo, anunció reformas en el sistema de protección social para reducir el número de personas que no trabajan por bajas de larga duración o incapacidad, ahora mismo unos 2,6 millones, de forma que pierdan sus subsidios si no participan en formaciones para volver al mercado laboral.

Respecto a las empresas, el ministro aseguró que se trata de la mayor bajada de impuestos para las sociedades en una década, con medidas como la extensión por un año del alivio fiscal del 75% en las tasas inmobiliarias para el comercio minorista, la hotelería y el ocio.

También confirmó que los beneficios fiscales para las zonas francas se ampliarán en cinco años más, hasta 2030.

La secretaria en el Parlamento del Tesoro británico, Charlotte Vere, insistió hoy en un encuentro con medios en que estas medidas, que son “el mayor paquete de recortes fiscales introducido desde 1988”, suponen “una muy buena estrategia para el crecimiento” del país y “son exactamente lo que la economía británica necesita ahora mismo”.